Transporte

Proindesa dice que afectaciones en la vía al Llano son culpa de los POT

Gráfico LR

El presidente de Proindesa manifestó que el proceso de secamiento y de remoción de la tierra podría tomar alrededor de dos meses

Manuel Alejandro Correa

Alberto Mariño, presidente de Proindesa, señaló que las afectaciones en la vía al Llano se produjeron por la humedad en la zona. Añadió que los terrenos aledaños a la vía tampoco se encuentra bajo el control de las autoridades competentes, con lo cual no se están estableciendo mecanismos para solucionar el problema. Incluso hizo referencia a que lo ocurrido en la vía al Llano obedece también a falta de planeación territorial.

Por ello, mencionó que debe haber un mayor control en las zonas donde se presentan filtraciones de agua. También indicó que la Corporación Autónoma Regional, junto con otras entidades territoriales, deben asumir la responsabilidad de planificación en esas zonas.

“El principal problema de la vía al Llano es el agua. La causa no son las carreteras, sino lo que ocurre en los terrenos aledaños”, recalcó.

Señaló que tiene que hacerse un proceso de eliminación de la humedad o de secamiento del terreno para luego iniciar con el proceso de remoción de la tierra solo para la vía. Esto lo manifestó tras el deslizamiento en el kilómetro 18 en Chipaque, Cundinamarca.

La Alcaldía de Bogotá señaló que tanto el concesionario Coviandina como las autoridades de tránsito ya establecieron medidas de pico y placa con la finalidad de mantener la circulación en el corredor, y de esa manera establecer opciones para mantener la conexión al Llano.

Mariño manifestó que en estas zonas ya había un riesgo de deslizamiento y que estos ya se habían identificado. Pero a lo anterior agregó que uno de los principales problemas es que el área aledaña a la vía está llena de humedad, producto de las intensas lluvias y también de la actividad de las viviendas en esa zona.

Ni la concesionaria ni la Agencia Nacional de Infraestructura tienen la culpa del deslizamiento”, agregó.

El presidente de Proindesa prefirió no brindar datos puntuales sobre a cuánto ascenderían los recursos para volver a poner en funcionamiento la vía. Pero sí manifestó que el proceso de secamiento y de remoción de la tierra podría tomar alrededor de dos meses. Por ello señaló que, si todas las condiciones se brindan, no solo en el territorio sino también las climáticas, a finales de 2025 se espera que el proceso de eliminación de escombros y de tierra esté completo.

También manifestó que el proyecto Mulaló–Loboguerrero no tiene futuro con los recursos con los que actualmente dispone la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, a lo que añadió que las controversias en las vías 4G y 5G evidencian que dichos proyectos no fueron bien estructurados.

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