Proyecto de Hidroituango es recuperable, pero tiene altos riesgos en su operación

La consultora chilena Pöyry reveló un informe de 432 páginas sobre las condiciones de estabilidad de Hidroituango, lo cual era un requisito para que la Anla levante las restricciones y la central pueda empezar a generar energía con sus primeras unidades.

Una de las conclusiones del informe es que se debe evitar el cambio de contratistas, propuesta del alcalde de Medellín, Daniel Quintero. El estudio encontró que estos significaría más retrasos para el proyecto lo cual reduciría la recuperación de la obra. Adicionalmente, habría un incremento en el costo global.

La consultora afirma también que, a pesar de la emergencia que inició en abril de 2018, la cual generó daños a la infraestructura por temas de erosión y socavación hidráulica, el proyecto es recuperable.

“La rehabilitación y puesta en marcha del proyecto es la única alternativa para gestionar los peligros y riesgos correspondientes en una forma controlada; un abandono (o desmonte) del proyecto no representa una solución válida y además factible con respecto a los riesgos involucrados. En su mayoría la recuperación es posible mediante técnicas convencionales de ingeniería y construcción”, asegura el documento.

Aunque la obra es recuperable, existen todavía índices de riesgo que se deben tener en cuenta. Uno de los peligros más importantes es un eventual aumento del nivel del embalse a causa de un deslizamiento en el calle del Río Cauca. El proyecto original contaría con vertedero, conductos para aguas turbinadas, una alta capacidad de descarga y el control sobre el nivel del embalse. Estas características técnicas, sin embrago, no está implementadas.

"Un todavía peor escenario constituye un daño progresivo del vertedero mismo (similar o peor como ocurrió en febrero de 2017 con el vertedero de la presa Oroville en California, EE. UU.), lo cual podría resultar en una pérdida total de la presa Ituango, con consecuencias catastróficas. Este riesgo existe y es elevado, debido a la operación continua y dificultad de ejecutar reparaciones mayores, sin contar con otro elemento para evacuar avenidas torrenciales. Este riesgo se reducirá progresivamente con cada nueva unidad de generación puesta en operación, lo cual permitirá bajar el nivel del embalse, sin solamente depender del vertedero”, se puede leer en el estudio.

Dentro de la página de la Superfinanciera, además, EPM publicó un documento sobre el estudio: aseguró que fue solicitado en 2018 por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y se trata de un proceso de peritazgo sobre las condiciones del proyecto.

EPM aseguró que la Anla pidió el estudio como un requisito para levantar la Resolución 0820 del 1 de junio de 2018, luego de la contingencia que ocurrió en abril de ese año.

"Esta Resolución suspendió las actividades relacionadas con la etapa de construcción regular del Proyecto. Sin embargo, para reducir los riesgos asociados a la contingencia, garantizar prioritariamente la vida de las comunidades ubicadas aguas abajo de la presa y preservar la integralidad de Hidroituango, la ANLA permitió avanzar en obras y trabajos de ingeniería del Proyecto, para disipar la energía contenida en el embalse, a través del sistema de generación diseñado para tal fin", aseguraron.