Economía

Reforma agraria no es suficiente para ayudar a víctimas en el posconflicto

Lilian Mariño Espinosa

Para la especialista en poblaciones desplazadas, las más de 6,5 millones de personas que vivían en el campo y fueron obligadas a trasladarse a las ciudades no tienen, en la mayoría de los casos, la intención de retornar a estos lugares, por lo que las inversiones urbanas son necesarias, especialmente en los municipios medianos y pequeños, donde la proporción de personas que llega es más grande.  

Frente a este tema, Bogotá  tiene una política progresiva en este sentido, ya que como explica el secretario de Hacienda de la capital, Ricardo Bonilla, “la inversión urbana es necesaria en términos de que quien llegue del campo a la ciudad, por las condiciones que sea, encuentre mejores oportunidades en educación y en actividad productiva”.   

Bonilla señaló que además de ese acompañamiento y ayuda, hay que tener en cuenta que en el caso colombiano el problema es aún mayor ya que el desplazamiento forzado y la migración gota a gota a causa de la guerra son las que han producido la mayoría de la migración campo ciudad, por lo que las personas llegan en condiciones lamentables, y el Estado lo primero que tiene que brindar son ayudas de emergencia. 

Y agrega que después de proporcionar esta ayuda ahí es donde se tiene que pensar en promover la recuperación de su status, asignamiento de recursos y acompañamiento paulatino para que estas familias logren recuperar su forma de vida en condiciones productivas. Esto, con el fin de “que si desea retornar al campo lo haga en buenas condiciones, pero si no, pueda tener en la ciudad la oportunidad de entrar a programas de emprendimiento” agregó Bonilla. 

Y en este sentido, para Fagen esta es la clave del proceso del posconflicto que tiene que tener un cuenta Colombia. “Es necesario encontrar un balance entre asistencia y oportunidad. Ya que se tiene que alcanzar un público mayor, pero no se puede dejar sin nada a personas que han sufrido tanto”.  

Siendo así, el proceso en Bogotá se da primero entregando ayudas de emergencia, que significan encontrar vivienda, garantizar una atención en salud, una matricula educativa a los niños y garantizarles condiciones de subsistencia. “De allí ya se pasa a la integración de la ciudad, y se observa si pueden hacerlo en programas de emprendimiento, para pensar en un retorno al campo y acompañarlos en el proceso”, concluyó Bonilla. 

Con este panorama, el reto de Colombia es definir cuáles son las responsabilidades departamentales y municipales frente a las víctimas y encontrar el balance entre ayuda y oportunidad. 

Presupuesto de Bogotá para desplazados
Para Bogotá, que tiene cerca de 405.883 víctimas del conflicto armado, el presupuesto es difícil de cuantificar, ya que se debe tener en cuenta que los recursos que se han puesto en salud y cupos educativos son de políticas generales, pues lo que se busca es cubrir a la mayor cantidad de personas sin observar condición. Además están las ayudas de emergencia, que maneja la Unidad de víctimas, y tiene aportes Nación-Distrito, donde hay montos superiores a $40.000 millones al año. Otro son los programas de emprendimiento, donde hay cifras de $5.000 millones a $10.000 millones.

La opinión

Ricardo Bonilla
Secretario de Hacienda de Bogotá

“La inversión urbana es necesaria para que quien llegue a la ciudad encuentre oportunidades de educación y actividad productiva”.