Regiones mejoraron su desempeño económico, pero persisten retos a futuro
lunes, 18 de junio de 2018
Producto Interno bruto de Bogotá tuvo una variación de 2,3% en 2017.
Juan Pablo Vega B.
El primer trimestre del año arrojó más logros que fallos en el desempeño económico de las principales regiones del país, con expectativas de crecimiento para el segundo semestre.
Algunas de las principales conclusiones de los boletines económicos regionales del Banco de la República para el primer periodo del año coinciden en que los entes territoriales parecen haber superado el difícil 2017 en consumo y producción de la industria, pero persiste debilidad en algunos sectores.
Muestra de esta dualidad en el comportamiento es la región Caribe que, de acuerdo con el balance entregado por el Emisor, logró resultados positivos en la industria, que creció 3%, con un índice de confianza del consumidor positivo en 4%, pero con dificultades en el sacrificio de ganado, que disminuyó en 50,4% entre enero y marzo. El área aprobada para construcción también bajó 28%.
Así mismo, la región suroccidental, que cuenta al Valle, Nariño, Cauca y Putumayo, tuvo variables positivas, que “evidenciaron que la economía pudo haber tocado fondo en su extendido proceso de desaceleración”, indicó el BanRep en su reporte, destacando el agro, la construcción, el sector financiero y la industria.
De hecho, el director del Comité Intergremial del Valle, Juan Esteban Ángel, destacó que “generamos mayor confianza inversionista, hay buenas cifras de la industria, incluso mejor que el año pasado, como es el caso de la proteína blanca, que sigue dando cifras interesantes”.
Sin embargo, algunas regiones tienen mayores retos para lo que queda del año. Antioquia, por ejemplo, exhibió en el primer trimestre mejor consumo y ventas, pero se amplió el déficit comercial, por menores ventas externas de oro, banano y café, además de “un moderado aumento de las importaciones”.
Bogotá, por su parte, parece tener uno de los escenarios más retadores. En el boletín, el Emisor explicó que “el menor ritmo de actividad económica y un consumo débil continuaron rezagando la producción las actividades industriales”, distintas a la de alimentos, que tuvo un mejor comportamiento, gracias a la normalización de las actividades agropecuarias.
En 2017, la economía de la capital del país creció por encima del promedio nacional, con una variación de 2,3%, siendo la construcción el sector de mayor aporte, con 10,2%, seguido de los establecimientos financieros, que crecieron 4,1%. Sin embargo, las tasas de crecimiento de todas las ramas de actividad (menos la construcción), se situaron por debajo del promedio de los últimos cinco años.
A pesar de este panorama, la percepción de los empresarios mejoró, tal como ha dicho Juan Gabriel Pérez, director de Invest in Bogotá, quien considera que “hay un apetito muy grande por la ciudad, su fortaleza es que tiene una dispersión de sectores. La economía hoy depende de su masa empresarial. Tenemos cerca de 450.000 empresas y somos la ciudad de más emprendimientos”.
En general, las expectativas muestran un mejor panorama para el año, aunque exige compromisos de las regiones.