Economía

Sanción a Emgesa ingresa al top 10 de multas de la Anla

Lilian Mariño Espinosa

En el caso de El Quimbo, la decisión de la Anla pondría fin a una discusión de 10 meses en los que no se sabía si hubo o no una anticipación al iniciar el llenado del embalse sin completar los requerimientos necesarios. Esta sanción se ubica en el puesto tres de castigos de la Anla, después de la multa a Drummond y al Invías.

Ahora, “queda un sinsabor relacionado con la oportunidad de la sanción y de la intervención de la autoridad que pudo haber sido, como lo hizo en su momento la Corporación, suspendiendo las actividades y evitando este tipo de daño ambiental al no retirar la biomasa, generando lo que hoy tenemos: una contaminación mucho más alta de la esperada del Río Magdalena”, explicó Carlos Cuéllar Medina, director de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), quien agregó que “ninguna sanción por ningún monto puede compensar el daño ambiental”. 

Adicionalmente, los expertos señalan que la multa habría podido ser más alta, como en el caso Drummond, que además de los cerca de $7.000 millones que tuvo que pagar tiene que realizar  un plan compensatorio en la Bahía de Santa Marta. 

No obstante, frente a este tema, el director de la Anla, Fernando Iregui explicó las razones del valor de la sanción, y aclaró que estos montos son un avance ya que la anterior reglamentación solo permitía sanciones por un máximo de $300 millones. 

“Estos valores se tasan y se miden por lo que permite el régimen sancionatorio. Dentro de esta metodología se deben tener en cuenta muchos factores para poder establecer la cifra. Por ejemplo, en El Quimbo, con el fin de evitar que la sanción se caiga, toca blindarla y analizar qué se puede o no multar”, señaló. 

Es decir, que a pesar de que se habrían podido poner también compensaciones, la metodología es muy estricta y no permitió adicionar esos requerimientos ya que no se podían establecer los daños ambientales.

“Es decir, en el caso de El Quimbo se presume el daño por el incumplimiento en la demora de la extracción de la biomasa, pero ya para comprobar un daño ambiental toca tener más tecnología: habría que comprobar que el agua se dañó, y cuando se hacen los muestreos no están por debajo de los estándares ambientales”. 

Cosa diferente ocurrió en el caso Drummond, en el  que se estima que la multa es solo un pequeño porcentaje de lo que la empresa gastará en el  plan de restauración del coral de la Bahía. 

Siendo así, y de acuerdo a la metodología, no todas las veces se pueden establecer este tipo de programas o sanciones más altas. 

El segundo caso recordado fue cuando la Anla castigó al Instituto Nacional de Vías (Invías), ya que no adelantó las medidas de compensación y mitigación por la sustracción de la Reserva Forestal Central en el proyecto “Construcción de la Vía Ibagué - Armenia en el Túnel de la Línea”. Allí la sanción fue de $2.938 millones. 

Y en el mismo proyecto, la Anla sancionó a la Unión Temporal Segundo Centenario,  por “disponer de manera inadecuada los materiales de corte de rocas al lado del parador de camioneros de Calarcá en la vía La Bella, el cual no era un sitio autorizado como botadero de residuos en la licencia ambiental del proyecto”. Acá la sanción fue de $2.554 millones.

Finalmente, fuentes del sector explican que acá no termina todo y que se espera que esta semana se conozcan cuatro sanciones adicionales que serán muy ejemplares. Siendo así, se espera que las empresas empiecen a pensar dos veces antes de pasar por encima del ambiente para terminar sus proyectos.

Las opiniones

Fernando Iregui
Director de la Anla
“En el caso de El Quimbo esto seguirá en proceso, y a pesar de que muchos la consideren baja, tocaba blindarla para que no se caiga”.

Carlos Alberto Cuéllar Medina
Director de la CAM
“Consideramos importante la sanción por la grave falta que cometió la compañía al no retirar la biomasa del embalse”.