Seis de cada 10 billetes impresos de $100.000 ya están en circulación
lunes, 25 de febrero de 2019
A pesar de que el Banco de la República ya ha puesto en circulación 29,7 millones de piezas, aún son muchos los colombianos que no han visto ninguna.
Noelia Cigüenza Riaño
En marzo se cumplen tres años de la puesta en circulación del primer grupo de billetes de $100.000 con el que el Banco de la República quería responder a la creciente demanda de efectivo de alta denominación. Sin embargo, más de 1.060 días después de la emisión de este papel moneda que lleva impresa la imagen del presidente Carlos Lleras Restrepo junto con el Valle de Cocora en Quindío y la palma de cera aún son muchos los colombianos que no han tenido la oportunidad de tenerlo entre sus manos.
Este escenario se da a pesar de que a la fecha ya circulan en las calles 29,7 millones de piezas del total de 44,2 millones que imprimió el Emisor en su lanzamiento en 2016 por un valor de $4,4 billones. Ello significa que los ciudadanos ya pueden acceder a 66% del total de papel moneda impreso, mientras que hace apenas un año esa cifra solo llegaba a 22,3%. Además, el Banco de la República le dijo a LR que hay 14,5 millones de estas piezas como reserva y que para este año está prevista una nueva producción de billetes.
Entonces, ¿cuáles son las razones para que el billete de $100.000 siga siendo un ‘fantasma’ para algunos? Para el Emisor la respuesta es bastante clara: es normal que un billete de tan alta denominación no se utilice en las transacciones diarias de bajo valor del público. “Se demanda para ciertos montos en donde resulta conveniente por el menor número de billetes requeridos para realizar la transacción y los bancos los están entregando en la medida en que son demandados por sus clientes”, afirmó el Banco.
Sin embargo, para el gremio de los banqueros que lidera Santiago Castro las razones de su ausencia en las calles van más allá. Asobancaria le dijo a LR que el billete de $100.000 todavía no representa una participación alta del total del efectivo circulante en la economía y que su trazabilidad es poco significativa si se compara con otras denominaciones.
En la actualidad, este billete es el que menor participación representa en el total de piezas circulantes en la economía colombiana con apenas 1% frente a 3,8% de la denominación de $5.000 (la segunda con menos billetes en la economía).
A ello, se suma la dificultad para que el comercio reciba denominaciones de billetes tan altas y que los cajeros automáticos de los bancos siguen sin estar adaptados para operar con ellos debido a sus dimensiones y grosor.
Y es que después de tres años de su emisión, el billete de $100.000 solo se puede conseguir hoy en día a través de las ventanillas de los bancos comerciales y tampoco se conocen detalles acerca de si las redes de ATM’s del país van a realizar las adecuaciones correspondientes para entregar esta denominación a mediano plazo. En un principio, se estimaba que el proceso de adaptación iba a durar unos 20 meses.
Por ejemplo, Luz María Velásquez, vicepresidenta de Personas y Pymes de Bancolombia, indicó que si bien en la actualidad los cajeros automáticos de la entidad no dispensan el billete de $100.000 a sus clientes, esperan recibir próximamente este papel moneda para hacer consignaciones.
El problema para llegar a las billeteras de las personas radica en que el billete de $100.000 tiene unas dimensiones mayores al resto, lo que le impide encajar en los dispensadores de los cajeros. Mide 153 milímetros de ancho mientras que las medidas del de de la nueva familia de $50.000 son de 148 mm;_del de $20.000 de 143 mm; y del de $10.000 de 138 mm. Sin embargo, los bancos todavía no han realizado las adecuaciones necesarias.
Ante ello, Asobancaria dijo que la circulación inicia con la entrega de los billetes por parte del Banco de la República, pero también obedece al comportamiento de las personas que solicitan el efectivo o aquellas que lo depositan y que, por ahora, no han percibido que exista alguna alerta sobre la demanda de esta denominación.
Además, el gremio de los banqueros aseguró que, incluso, en muchos lugares, las personas presentan quejas o molestias por dispensar monedas de alta denominación y que la existencia de billetes de alta denominación y la preferencia por el uso de efectivo fomentan la presencia de una mayor informalidad en la economía. Todo ello, según Asobancaria, impide un mayor control de actividades ilegales como es el caso del lavado de activos, el fleteo, la corrupción; contrabando, entre otras.