"Si este año llegamos a 12 millones de sacos nos tenemos que dar por bien servidos"
martes, 5 de julio de 2022
El gerente de la Federación de Cafeteros, Roberto Vélez, dice que caída de la cosecha no ha afectado las exportaciones del grano
El café ha enfrentado una dura temporada de lluvias este año que ha afectado la producción, a lo cual se suma una disminución en el número de recolectores en el eje cafetero y otras zonas productoras. ¿El resultado? Una caída de doble dígito en el tamaño de la cosecha.
"Tenemos una cosecha más pequeña, Colombia venía recolectando cosechas de 14 o 14, 5 millones de sacos y este año si llegamos a 12 millones de sacos, nos tenemos que dar por bien servidos, entonces con esos niveles de cosechas se necesitan menos personas", dice Roberto Vélez, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, FNC.
Aunque aún la cifra de recolectores es alta, pues son 540.000 familias que se dedican al oficio, se ha registrado una disminución en su número, sobre todo en algunas zonas puntuales como en el centro país, "Nada que ponga en riesgo la recolección", explica el gerente y asegura que al haber una disminución en la cosecha, se reduce también la mano de obra.
"También hay una gran cantidad de venezolanos que están acompañando la recolección en Colombia", dice Vélez y explica que son muy importantes para todo el proceso de cosecha, pero que no tienen el registro de la cantidad de venezolanos que realizan este trabajo.
Sin embargo, el gerente explica que esta reducción de la cosecha no ha afectado las exportaciones del país. Mientras que la producción sigue cayendo, con una disminución de 14% al corte de mayo, comparando con el mismo periodo de 2021, las exportaciones aumentaron 1% en las misma etapa.
Las zonas cafeteras han venido experimentando ya por más de 26 meses seguidos niveles de lluvia mensuales que superan ampliamente lo que ha sido el promedio histórico de cada mes, es decir, llevan más de dos años de invierno y esto ha hecho que los cafetales no hayan podido florecer en toda su potencia y que la producción esté disminuyendo.
Roberto Vélez, explica que "lo que pasa es que cuanta pepita se recolecta se va para la exportación, hay muy poco que se queda para el consumo interno. Si uno revisa las cifras de consumo interno, la gran mayoría del consumo local de Colombia se está haciendo con café importado".
También explica que 90% del café que se produce en Colombia es exportado y que esto no es contraproducente, porque mientras que en el mercado exterior se vende una libra de café a $30.000 o $40.000, acá se vende a $12.000, por lo cual el consumo interno de 2,2 millones sacos está asegurado por la producción de Brasil, Perú, Ecuador y Honduras.