“Siembra de papa puede llegar a bajar hasta en 10.000 hectáreas por falta de recursos”

El año pasado, la papa tuvo una muy buena cosecha, sin embargo, la contracción en el consumo generó una crisis, pues no había quién la comprara. Por ello, Germán Palacio, gerente de Fedepapa, aseguró que muchos agricultores no tienen los recursos para sembrar este año y se podría generar una reducción en 10.000 hectáreas en la cosecha.

¿Cómo se afectó el sector de la papa por la pandemia?

El último trimestre tuvimos problemas porque el precio de la papa cayó y no se podía ni siquiera recuperar 30% de los costos de producción. Esto se dio también por la caída en el consumo interno impulsado por el cierre del canal Horeca, que representa 30% de la comercialización de papa.

¿Cuánto perdieron los productores el año pasado?

El precio empezó a deteriorarse más o menos en agosto, nosotros perdíamos cerca de $100.000 millones mensuales, por lo que a diciembre de 2020 hubo una contracción de $500.000 millones.

¿Qué se espera para este año?

Consideramos que la siembra se va a caer porque los productores se quedaron sin plata para volver a cosechar. Aunque hubo ayudas interesantes por parte del Gobierno, a partir del 11 de noviembre, con $30.000 millones, no beneficiaron al grueso de los medianos y pequeños productores.

Por eso, calculamos que la siembre bajará hasta 10.000 hectáreas, es decir, vamos a estar por el orden de 125.000 hectáreas de producción. Aun así, pensamos que los rendimientos se van a mejorar de alguna manera y vamos a entregar 2,6 millones de toneladas.

¿Cómo le va a Colombia con las exportaciones de papa?

Venimos trabajando con el Ministerio de Comercio y nos reuniremos con Procolombia para buscar nuevos mercados internacionales porque en Colombia se exportan solo 1.500 toneladas al año, lo que no es mucho.

¿Qué tanta informalidad hay actualmente en el agro? ¿Están de acuerdo con el trabajo por horas?

Estamos de acuerdo con la formalización laboral porque la informalidad en el sector papero esta por el orden de 90%, es decir, son pequeños productores que venden en las grandes centrales de abastos y mercados de los pueblos.

Consideramos positivo el pago por horas en el sector, pero también hay otros grandes retos como la seguridad jurídica de las tierras en el campo.

¿Qué debería incluir la reforma tributaria que planea el Gobierno?

Se sabe que el desajuste financiero del país por la pandemia es grave y que se necesita una reforma tributaria, pero con lo que no estamos de acuerdo es con la propuesta de gravar la canasta familiar porque reduciría aún más el consumo.

¿Los productores utilizan semillas certificadas?

Ese es un gran reto para el sector porque solo 4% de la producción nacional se hace con semillas certificadas. Nuestra meta es llegar a 8% a finales de año porque mejora el rendimiento. Si con una semilla normal se producen 20 toneladas por hectárea, con una certificada la producción puede aumentar a 45 toneladas por hectárea. El problema es el precio y lo que buscamos es volverla más accesible a todos.