Economía

Supermulta de Competencia a Danone, Puleva, Nestlé y Pascual

Colprensa

Expansión - Madrid

Las multas son muy elevadas. Danone es la que ha de pagar la mayor (US$25,7 millones), seguida de CAPSA (US$24,6 millones), Lactalis (US12,3), Nestlé España (US$11,1 millones), Puleva (US$11,1 millones, que sumados a la multa de Lactalis harían un total de US$24,6 millones para este grupo), Pascual (US$8,9 millones), Senoble (interproveedora de postres lácteos de Mercadona: US$1,0 millones), Central Lechera Asturiana (US$781.267) y Central Lechera de Galicia (US$59.628). Además, hay dos multas a asociaciones. En concreto, el Gremio de Industrias Lácteas de Cataluña (US$223.706) y la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia (US$111.853). También habrían participado en las conductas, las entidades Industrias Lácteas Asturianas (ILAS), Leche Río, Feiraco, Leche Celta, Forlactaria, si bien su infracción habría prescrito.

Este expediente tuvo su inicio a raíz de un estudio sobre el sector lácteo remitido por el Servicio para la Defensa de la Competencia de Castilla y León, en el que se manifestaba la posible existencia de conductas restrictivas en el mercado de aprovisionamiento de leche cruda y de una denuncia formulada por la Unions Agrarias (Unión de Pequeños Agricultores, UPA) contra las empresas transformadoras de leche.

Los intercambios de información estratégica se produjeron en distintos foros y versaron sobre distintas materias, si bien todos ellos tuvieron el objetivo común de "consensuar y adoptar una estrategia conjunta para controlar el mercado de aprovisionamiento de leche cruda de vaca", según la CNMC, que emitió un comunicado tras hablar con Expansión.

Además, en determinados momentos, "se habrían materializado en acuerdos concretos para coordinar los precios de compra de leche y para la cesión de ganaderos entre industriales".

Así, por ejemplo, "las empresas transformadoras dialogaron e intercambiaron información sobre los precios de compra que ofrecían las empresas transformadoras a sus ganaderos, los que iban a ofrecer en un futuro, la identidad de los ganaderos y los volúmenes adquiridos de éstos, o identidad de los ganaderos que tenían intención de cambiar de transformador y posibles medidas para evitarlo". Esta información permitía, según la CNMC, que las empresas ajustarán su comportamiento y evitaran "ofrecer mejores precios y condiciones comerciales a los ganaderos, limitando la competencia en el mercado de aprovisionamiento de leche cruda".

Como consecuencia de ello los ganaderos "carecían de libertad para fijar el precio de su producto y la empresa a la que suministraban, distorsionando el normal funcionamiento del mercado en beneficio de los transformadores".

Los acuerdos agravaron la situación en un mercado ya de por si concentrado desde la perspectiva de la demanda, donde existe un elevado poder negociador de la industria transformadora frente a unos ganaderos que, además de estar más atomizados, están obligados a vender la producción para conservar su cuota láctea. Asimismo, algunas de las empresas intercambiaron información con la intención de controlar los excedentes de leche y la conversión de ésta en leche en polvo, condicionando de manera artificial el precio de aprovisionamiento de la leche cruda, apunta la CNMC.

La Resolución de la CNMC no sólo prueba la existencia de conductas prohibidas por su objeto, que no era otro que distorsionar el normal funcionamiento del mercado, sino que además las mismas produjeron efectos negativos en el mercado, siendo la industria ganadera el sector más perjudicado.

En estos intercambios de información jugaron un papel propio y relevante dos asociaciones: Aelga y Gil, con un rol de facilitadoras de la infracción, por el que son consideradas coautoras de la infracción y multadas por ello.

Contra la Resolución no cabe recurso alguno en vía administrativa, pudiendo interponerse recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente al de su notificación.

Central Lechera Asturiana recurrirá la multa de Competencia

Central Lechera Asturiana -Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA)- recurrirá la multa de US$23,4 millones que le ha impuesto la CNMC por las prácticas de nueve empresas y dos asociaciones al intercambiar información sobre precios de compra de leche de vaca cruda, volúmenes de compra de ganaderos y excedentes de leche.

Un portavoz de la compañía asturiana ha señalado a Efe que la empresa presentará el correspondiente recurso y se ha mostrado "en total desacuerdo" con las multas impuestas por la CNMC a nueve operadores del mercado de aprovisionamiento de leche cruda de vaca en España.

Danone también recurrirá

Danone recurrirá ante la Audiencia Nacional la sanción de US$25,7 millones que le ha impuesto la CNMC, con la que "discrepa rotundamente", según han asegurado a Efe fuentes de la compañía.

Danone, que es la empresa que deberá hacer frente a la multa de mayor cuantía, ha afirmado que no está de acuerdo con la sanción porque "siempre ha actuado dentro de la legalidad vigente y en defensa de la competencia".