The Economist considera que las reformas del presidente Gustavo Petro se estancaron
viernes, 14 de junio de 2024
El llamado a manifestarse en las calles, y la forma en cómo se han tramitado las iniciativas, fueron consideradas como populistas
Las reformas del Gobierno Nacional están causando interés por parte de la comunidad internacional. La situación fiscal del país, los pronunciamientos del presidente Gustavo Petro, y la forma en como se tramitan los proyectos, valieron para que The Economist considerara que la agenda del mandatario se estancó, y que de ser una persona pragmática, pasó a ser un populista.
Según un artículo publicado por el medio económico, el presidente está “perdiendo la paciencia”, y para presionar al Congreso ha recurrido a medidas como las manifestaciones, pero ni con eso ha logrado un trámite fluido, de hecho, apuntan que los métodos de Petro están siendo tan contraproducentes que su aprobación también se estancó.
“El señor Petro está perdiendo la paciencia. Está presionando al Congreso para que apruebe las leyes antes de que finalice la sesión legislativa el 20 de junio. Sus aliados moderados están intentando frenarlo, para que su intransigencia no haga que su aprobación caiga por debajo del 34% en el que ha estado estancada durante meses”, reseña The Economist.
Si bien destacan que las iniciativas buscan reducir la desigualdad, como en el caso de la reforma pensional, aseguran que dichos proyectos pueden terminar siendo inviables, y que afecten al sistema financiero.
Además, acusan que se están priorizando unas reformas más que otras, y no se está teniendo en cuenta que se están afectando sistemas que no tenían mayores complicaciones, como en el caso de la ponencia de la salud, y que ha generado protestas masivas, además que es una iniciativa prácticamente desechada por el Congreso.
Es por esto que The Economist dice que el Gobierno comenzó a desarrollar propuestas populistas, con el fin de mejorar su imagen, y ganar apoyos para sus iniciativas.
“Casi a mitad de su mandato, Petro está tratando de cumplir su agenda volviéndose más combativo. Pero necesita negociar con el Congreso y apaciguar a los manifestantes para poder reformar exitosamente el sistema de bienestar de Colombia. Eso requiere menos populismo y más pragmatismo”, sentenció The Economist.