Economía

Un Alcalde con chequera pero con las manos atadas

Andrea Carranza Garzón

Mañana se cumplen 475 años desde que los cimientos de la capital del país arrancaron sobre doce casas de paja y evolucionaron hasta convertir a Bogotá en una de las metrópolis más importantes y con gran potencial de desarrollo.

La alguna vez llamada “la Atenas de Suramérica” lo tiene todo para ser más exitosa, incluso lo más necesario, la “chequera”, pero falta de voluntad política y de gobernanza tiene con las manos atadas a la administración del alcalde Gustavo Petro para poner en marcha proyectos clave que contribuyan a ese desarrollo.

Con salud fiscal y económica

Sí, Bogotá no es perfecta y ha sido víctima de los peores males, entre esos, la corrupción, los cuales han afectado su movilidad, sus finanzas públicas, su seguridad. Sin embargo, en medio de sus problemas, la capital colombiana ha logrado emerger y hoy en día es la principal capital industrial y financiera del país.

Los cerca de ocho millones de bogotanos se han visto favorecidos con el crecimiento económico de 4,5% en 2012, una cifra que se ubica por encima PIB nacional (4%). Los progresos se han reflejado en mejores políticas sociales que han aumentado la calidad de vida de sus ciudadanos. Mientras que en 2003 el 32% de los bogotanos era pobre, en 2012 esa cifra se redujo a 11,6%.

Su transformación económica y social la han convertido en un foco de inversión y en un epicentro emergente de negocios en América Latina. En el año 2002 la ciudad solamente tenía 492 sociedades extranjeras y en 2012 este número ascendió a 1.423. Una de las tasas más bajas de desempleo (9,1%) y de inflación (2,4%) y la tasa de alfabetismo de 98,3% son solo algunos de los “anzuelos” para los extranjeros.

Además, el Distrito nunca se ha atrasado en el pago de su deuda, la cual asciende a $1,6 billones, el 22,42% de su capacidad de endeudamiento. Su robustez financiera se evidencia en las calificaciones obtenidas, ratificadas y mejoradas. La nota de BBB- de Fitch Ratings a Bogotá, como emisor de deuda en moneda extranjera, señala que la expectativa de riesgo crediticio es baja. La calificadora considera incluso que la ejecución del Plan de Desarrollo Bogotá Humana no es una presión para las finanzas, dada la política fiscal prudente. Todo esto evidencia la buena salud de las finanzas, lo cual le ha permitido tener presupuestos robustos. En 2012, Bogotá contó con $11,5 billones y en 2013 tiene $13,6 billones, de los cuales el 83% son para inversión.

Trabas políticas
A pesar de los avances que tienen moviendo la maquinaria bogotana, los problemas de movilidad y de corrupción han hecho que los ciudadanos tengan una imagen altamente desfavorable de su conductor, el Alcalde Petro. Si bien la Administración ha querido avanzar en proyectos clave para el desarrollo, en el camino se ha encontrado con trabas políticas y una de ellas es el Concejo.

Uno de los afectados ha sido el cupo de endeudamiento, que ha sufrido de aplazamientos y solicitud de recusación. De acuerdo con el secretario de Hacienda, Ricardo Bonilla, a la ciudad le sale más caro no construir las obras que se financiarían con el cupo de $3 billones. La demora de la aprobación pone en sala de espera decisiones cruciales como la troncal de Transmilenio por la Boyacá, la construcción de metrocables y la primera línea del metro, entre otros.

Bogotá, un proyecto de todos
La capital lo tiene todo para seguir escalando, pero sus actores no se han logrado poner de acuerdo en sacar este objetivo adelante. “Están dadas todas las condiciones para Bogotá, pero se requiere un nuevo ejercicio de gobernanza”, dijo Saúl Pineda, director del Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas de la Universidad del Rosario.

Según el experto, en este ejercicio colectivo el Concejo debe disminuir su “arrogancia” para ir más allá de los desacuerdos y concentrarse en las decisiones clave de largo plazo y estratégicos. “Bogotá reclama un ejercicio de grandeza política y de liderazgo también del señor Alcalde”, dijo Pineda. Para la directora de Bogotá Cómo Vamos, Mónica Villegas, los problemas de gestión al interior de la Administración no pueden ser excusa para no ejecutar.

Ricardo Montezuma, experto en movilidad, aseguró que no todo puede recaer sobre la Alcaldía o el Concejo. “En la ciudad hay una apatía, es demasiado conformista. En parte, somos responsables del problema”, agregó.

Arranca misión para la formalización
Para fortalecer la formalización empresarial, la Cámara de Comercio de Bogotá, IFC del Banco Mundial y la Secretaría de Hacienda Distrital firmarán un convenio que busca identificar los obstáculos administrativos y fiscales que enfrentan las Mipymes y proponer soluciones. Según datos de la Cámara de Comercio de Bogotá y de la Secretaría de Hacienda, la informalidad empresarial en la ciudad llega al 47% y la informalidad laboral llega al 42%. Los mayores niveles de informalidad están asociados a pagos de aportes a seguridad social, parafiscales e impuestos.

Hoy, las entidades firmarán un convenio que permitirá facilitar el proceso de cumplimiento tributario, así como reducir los costos de cumplimiento, en especial para micro, pequeñas y medianas empresas en Colombia, que contribuya a la sostenibilidad de las empresas en condiciones de formalidad y ampliar la base tributaria a nivel subnacional. Estudios de la CCB indican que la informalidad afecta a las empresas más pequeñas, con ingresos mensuales inferiores a los $3.400.000, con menos de 5 empleados.

Las opiniones

Saúl Pineda
Director del Cepec de la Universidad del Rosario

“Están dadas todas las condiciones para Bogotá, pero se requiere un nuevo ejercicio de gobernanza. El Concejo de Bogotá debe mirar más allá de lo coyuntural”.

Mónica Villegas Carrasquilla
Directora de Bogotá Cómo vamos

“Hay que resaltar la mejora en indicadores económicos, pero aún falta mucho por hacer. Los problemas al interior no pueden ser excusa para no ejecutar”.

Ricardo Montezuma
Experto en Movilidad

“El problema no es solo la Alcaldía. Bogotá vivió retrocesos en los últimos 9 años y en gran parte, los ciudadanos somos responsables del problema”.