Economía

¿Una política de asistencialismo o de inclusión social?

María Alejandra Sanchez Pedraza

¿Es mejor entregar subsidios o crear estrategias para que las familias pobres encuentren un empleo y salgan de esta situación por sí mismas? Esa es la gran discusión que aún hay en el país sobre los beneficios de Familias en Acción y que ponen en tela de juicio su impacto a largo plazo.

Los que están a favor del programa argumentan que no se trata de una iniciativa asistencialista, ya que los subsidios están condicionados a cumplir una serie de requisitos como la asistencia de los niños al colegio y que cumplan con los controles de salud. Además, hay sanciones, pues si las familias incumplen con los compromisos en tres ocasiones al año pierden los subsidios.

Diego Molano Aponte, exdirector del Icbf y Acción Social, manifestó además que estos bonos están diseñados para complementar el sustento de la familia, pero los padres tienen que salir a trabajar porque “con los $130.000 del subsidio no les alcanza para subsistir”.

Sin embargo, los contradictores señalan que dar este dinero convierte a las familias en dependientes, en lugar de lograr mejorar su productividad a largo plazo.

Para Diego Gómez, profesor de la Universidad Nacional, el programa no está logrando una transformación de fondo en las familias.

Experiencias internacionales como Bolsa Escola de Brasil y Oportunidades de México, también de transferencias condicionadas, se han vuelto permanentes debido a su éxito.