Industria

Así fue la caída de Coltejer, empresa centenaria que se fue quedando sin empleados

La empresa despidió a sus últimos trabajadores en enero, pero asegura que no habrá liquidación y la historia de su caída da claves de su regreso

Eduardo Echeverri López

La fábrica de Coltejer quedó vacía. El 16 de enero, la compañía anunció ante la Superintendencia de Sociedades que había despedido de forma unilateral a los últimos cinco empleados que le quedaban. Las máquinas, por otra parte, ya llevaban casi dos años detenidas, puesto que la empresa antioqueña suspendió sus operaciones en 2021 tras el golpe que supuso la pandemia.

“Desde la apertura económica, el sector ha sufrido grandes golpes porque el producto importado se come el mercado. Teníamos 398.000 hectáreas de algodón a principios de los noventa, y hoy tenemos 9.600. Coltejer ya venía denunciando el dumping de China, que traía denim mucho más barato”, explica Camilo Rodríguez, presidente de la Cámara Colombiana de Confecciones y Afines.

El nuevo Gobierno Nacional ya ha hecho anuncios encaminados a revertir parte de esa apertura en aras de impulsar la industrialización. A finales de 2022, se aumentaron los aranceles del sector de confecciones y textiles a 40%, por lo que Rodríguez afirma que estas medidas fortalecerán el sector y fomentarán la generación de empleo.

“Con esto, Coltejer tiene muchas oportunidades para volver a ser un actor grande dentro del sector, teniendo en cuenta que conoce la cadena de abastecimiento, los clientes y el mercado desde hace casi 100 años”, señala.

Coltejer, que fue comprada por el grupo mexicano Kaltex en 2008, afirma que este no es el fin de la empresa. “La empresa no está en proceso de liquidación. La venta y arriendo de los inmuebles ubicados en el municipio de Itagüí, Antioquia, tienen como única finalidad la obtención de recursos para cumplir con las diferentes obligaciones legales y financieras. Con un panorama económico más tranquilo, la compañía concentrará sus esfuerzos en analizar eventuales opciones de negocio en marcha”, indicó en un comunicado del 18 de enero.

Sin embargo, es incierto el futuro de la que durante décadas fue una de las empresas del sector textil más importantes del país. En 2021, Coltejer registró pérdidas netas por $120.923 millones, lo que supone 27% más frente 2020, cuando fueron $94.631 millones. La empresa cerró 2021 con una contracción de 77% en las ventas netas; pues pasó de facturar $74.815 millones en 2020 a $16.911 millones en 2021. Además, los ingresos totales se redujeron casi a la mitad, con $55.325 millones.

Pero los problemas económicos venían desde antes de la pandemia. La empresa fue fundada en 1907 por Alejandro Echavarría: arrancó produciendo camisas de franela con 12 trabajadores y cuatro telares; convirtiéndose en la primera industria textil de Colombia y una de las pioneras en América Latina.

Durante la década que siguió a la Gran Depresión de 1929, Coltejer llegó a importar más de 200 telares automáticos de Inglaterra. Siguió un camino de modernización y expansión que se alargó hasta la década de los ochenta.

Según cuenta Rigoberto Sánchez, quien hasta hace poco era líder del sindicato de la compañía, en 1987 había alrededor de 3.000 trabajadores. No obstante, factores como la apertura económica llevada a cabo por el gobierno de César Gaviria en los noventa, el contrabando y, finalmente, la pandemia, fueron debilitando a Coltejer. “Yo le echo la culpa a la situación del mercado. Estamos inundados de productos de China”, lamenta Sánchez, que fue despedido junto a gran parte de la plantilla en octubre tras llegar a un acuerdo con la empresa.

No quedan representantes de Coltejer en Colombia que puedan declarar sobre posibles planes de reactivación. Los ex empleados contactados por LR afirman que no ha habido indicios de nuevas contrataciones.

Los comunicados enviados por los directivos de México apuntan a que no se ha rendido. La compañía está usando sus bienes inmobiliarios como estrategia para mantenerse a flote. En 2021 vendió el predio de 230.000 metros cuadrados donde operaba una planta en Itagüí. También arrienda bodegas en el municipio e importa telas desde México cada 60 días, según indica el último reporte financiero.

“Vemos esperanza de que la empresa vuelva a reactivarse. Todavía hay mucha maquinaria en la planta de Rionegro. Es el sueño de muchos trabajadores que crecieron en esta empresa tan importante para Antioquia y el país”, afirma Sánchez.

TEMAS


Coltejer - Industria - Textiles