Avianca tendrá la última palabra tras aprobación de integración empresarial con Viva

Pese a los reiterados anuncios en torno a una decisión definitiva sobre la integración entre Viva y Avianca, una vez más la Aeronáutica Civil dejó en suspenso el proceso. Si bien mantuvo las condiciones establecidas hace un mes para que se dé la integración entre las aerolíneas tras evaluar los recursos de reposición interpuestos por los terceros interesados, entre quienes se encuentran Ultra, JetSmart, Wingo y la propia Avianca, queda pendiente por resolver la apelación presentadas por Latam.

Sin embargo, aunque la autoridad resuelva el recurso presentado por la empresa chilena, Avianca tendrá la última palabra, pues será esta quien determine si cree conveniente la unión empresarial después de casi 10 meses de haber presentado la solicitud formal y bajo los parámetros que ha establecido la Aerocivil que, a fin de cuentas, no puede presionar la integración.

Al respecto, la misma Avianca ha manifestado que lo establecido por la Aeronáutica “hace inviable la operación de Viva en el mediano plazo, condenándola al fracaso operacional y financiero; son imposibles de cumplir, dada la realidad actual de esa empresa, que ya ha perdido más de la mitad de sus aviones; otorgan beneficios injustificados a terceros; y en todos estos casos imposibilitan la recuperación de lo ‘low cost’”.

Para la compañía, “cada día que pasa en el proceso es un día menos para Viva, para sus trabajadores y para toda la cadena de valor asociada a su existencia. Existe cada vez un mayor riesgo de que los arrendadores retiren los pocos aviones que le quedan a la aerolínea, haciendo inviable su operación.

A esto se suma el hecho de que se acerca el 9 de mayo, fecha en que esta compañía perderá la protección del Proceso de Recuperación Empresarial (PRE) que lleva en la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño y a través del cual ha pretendido renegociar una parte de las deudas que la llevaron a la crisis.

Los “peros” que se mantienen

El primero de los “peros” gira en torno al más controversial de todos los slots. Según la Resolución 00518 de 21 de marzo de 2023, Avianca y Viva deberán entregar las posiciones que se encuentren como base de las operaciones entre junio y septiembre, una de las épocas de mayor demanda. Además, deben ceder los slots históricos que operan ambas empresas de diciembre a marzo en las próximas 48 horas.

Dichas posiciones podrán ser solicitadas por alguna filial de estas empresas o del mismo holding IV1L en caso de que ninguna otra aerolínea los haya solicitado. En el caso que los slots devueltos sean solicitados y asignados a estas empresas, tendrán la calidad de asignación ‘ad-hoc’, por lo que los slots devueltos no podrán “constituir precedencia histórica para las temporadas en mención”, dice el documento.

El segundo condicionamiento de la Aerocivil para aprobar la integración se basa en la supervivencia de Viva Air durante los próximos tres años. Las empresas involucradas deben continuar con la prestación del servicio de la aerolínea de bajo costo en las rutas domésticas e internacionales en las que prestaban servicios con corte al 31 de diciembre de 2022.

Además, como lo había propuesto la misma Avianca, están obligadas a suscribir un contrato de interlínea o de código compartido con Satena, con su previa autorización. Esto implica que Viva y Avianca deberán permitir la comercialización de vuelos operados por estas empresas con conexión con la red de la aerolínea estatal en sus propios tiquetes o boletería. Satena será remunerado según como lo acuerden cada una de las partes.

Por su parte, la Aerocivil determinó que ambas tendrán que emitir un voucher a favor de los pasajeros afectados por las suspensiones de operaciones de la ‘low cost’ que no hayan sido reacomodados por otras aerolíneas, ni se les haya solucionado o reembolsado su dinero. El valor de estos será equivalente al total de la compra más 50% para redimir en estas empresas.