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Café Quindío consolida la estrategia para expandirse por medio de franquicias

Teresita Celis

Nubia Motta es, tal vez, una de las muy escasas mujeres en Colombia en la industria torrefactora. Su empresa, Café Quindío, la fundó hace 20 años, justo cuando la caficultura en el país empezaba a sentir con rigor los estragos de la crisis.

Moviéndose en un gremio más bien machista, esta mujer tuvo claro que el negocio no era comprar café, molerlo y venderlo. 'Había que darle valor', comenta. Café Quindío, cuenta Motta, fue la primera empresa del sector en sacar al mercado derivados de café (galletas, arequipe, mermelada) y se lanzó con tiendas express compitiendo con poderosos en este segmento como Juan Valdez. Hoy su firma, una pyme, genera 128 empleos directos -empezó con 5-, cuenta con 9 líneas de negocios en derivados y este año proyecta terminar con 20 puntos de café en el país. Hace 7 años exporta a Rusia de manera permanente y está analizando opciones en China. LR habló con esta empresaria de los planes de expansión a través de franquicias y del mercado.

¿Qué ha logrado en estos 20 años?
Es un momento de balance personal y empresarial. Ha habido mucho aprendizaje, hemos crecido y el balance es muy positivo. Nunca pensamos, cuando iniciamos con un 95% de endeudamiento, tener 128 empleados directos y 30 indirectos y contar con las líneas de negocios que tenemos.

¿Ha cambiado la cultura de consumo de café en Colombia?
Mucho y se ha pasado de tomar cualquier café a exigir expresos, a elegir calidad, a una diversificación y nosotros como tostadores podemos seleccionar nuestras propias materias primas para vender café tipo gourmet. Eso lo iniciamos a los dos años de operar y fuimos tal vez casi únicos en esta línea. Nosotros creamos la empresa para generar valor agregado al café. Dentro de éste siempre pensamos en desarrollar un portafolio de derivados.

¿Ante la escasez de grano, importan café?
No. El 70% del café que se consume en el país es importado y son robustas de menor calidad y precio. Eso hace que la competencia, de los que procesamos café ciento por ciento de Colombia, certificado por la Federación de Cafeteros, sea dura frente al mercado. Pero nosotros compramos café de Colombia ciento por ciento garantizado.

¿Y qué tan caro se puso la materia prima en Colombia?
Es costosa y por suerte no somos sólo una tostadora, afortunadamente. De hecho, las utilidades de esa unidad de negocios bajaron mucho en los últimos años, pero tenemos los derivados que crean un equilibro dentro de la empresa. Hoy éstos son el 50% de todo el negocio de Café Quindío.

¿Cómo van con las tiendas?
Tenemos 16 propias y en el próximo trimestre buscamos abrir otras 3 directas. Pero nos manualizamos con una empresa internacional en el sistema de franquicias con las cuales pretendemos extendernos.

¿Cómo operarán las franquicias?
No es sencillo porque es entregar la marca y el conocimiento a un tercero. Hay que garantizar el éxito al franquiciado y a la empresa. El proceso lo consolidamos y este año inauguramos la primera en Medellín. Tenemos muchas solicitudes sobre el escritorio y estamos trabajando en eso. La apertura de franquicias está hecha y estamos preparados para que la operación se expanda por esta vía a partir de 2013.

¿Cómo ve la competencia?
Desde que nació Juan Valdez, la competencia es muy fuerte porque no tenemos ni el músculo financiero ni el poder político que tiene esta cadena en el país. Frente a estas dos variables estamos en desventaja porque tenemos muy buena calidad y servicio que es reconocido. En muchas ocasiones sentimos, como pyme, que es difícil ubicarnos en grandes sitios y aeropuertos por los altos costos. Pero hemos logrado expandirnos, innovar y ha sido duro la falta de apoyo de las cadenas de supermercados.

La opinión

Carlos Fernando de los Ríos
Presidente Asociación Quindiana de Cafés Especiales

'Para los productores es muy importante que las tostadoras incluyan en sus portafolios un café especial y lo compren en Colombia. Es triste que estemos tomando café importado'.