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Casa Domecq no descarta buscar socios para su estrategia de expansión

Cinthya de Benito

“No estamos cerrados a buscar socios, tenemos buenas experiencias anteriores en este sentido y podría ser recomendable en nuestras actuales circunstancias”, afirmó el presidente de la compañía, Daniel Piccioto.

La empresa buscará aprovechar el potencial de su 60 aniversario con la exportación de uno de sus brandys, que son 70% de su producción total, el Noble, producto escogido porque evita la problemática de la marca (existe también compañía con idéntico nombre en México y España), y por ser más suave y enfocado a un público juvenil e inexperto.

“Nuestra idea es vender entre 3.000 y 5.000 cajas a Ecuador, aunque es un proceso de unos cuatro años. No tenemos prisa, más tarde queremos llegar a Chile, aunque estamos especialmente interesados en el mercado centroamericano”, explicó Piccioto.

Pero para lograrlo, primero deben aumentar la producción, que actualmente asciende a 250.000 cajas anuales. Su principal planta, ubicada en Ginebra, en Valle del Cauca, trabaja sin descanso pero apenas si dan abasto para el mercado nacional. 

Sus acuerdos con las producciones agrícolas son, en palabras del presidente, “complejos”, y el cultivo de la caña de azúcar les resta terreno, lo que sumado a las complejidades de infraestructura en el país, hacen desear a la compañía acuerdos internacionales que garanticen el suministro.

“Es increíble, pero resulta más rentable comprar el jugo de uva a Chile que transportar la fruta desde otras zonas de Colombia. No es la uva que me gustaría, pero esperamos que no afecte a la calidad”, aseguró Piccioto, que ya cuenta con acuerdos en Ecuador para  el suministro, mientras continúa las conversaciones para hacer lo propio en el resto de países a los que desea llegar.

Cuatro años para doblar su producción
Para llevar adelante sus planes de expansión, la compañía invertió US$1 millón en 2013, y planean crecer entre 18% y 20% para 2018, año en el que esperan comercializar el doble de su actual producción y llegar a medio millón de cajas.

La exportación será la clave de este crecimiento, aunque por delante queda el reto de sacar el máximo partido posible a los dos cosechas anuales que obtienen de la uva Isabella, de la que compran 80% de su producción y que constituye la base invarible de sus vinos y licores durante las últimas décadas.