“Concesión Ruta Bogotá Norte tendrá una inversión estimada de más de $1,8 billones”

La semana pasada, los vídeos que circularon en redes sociales por la inundación de la salida norte de Bogotá mostró una vez más las dificultades que enfrenta la capital en la movilidad a través de ese corredor vial. No solo tiene que ver con la congestión vehicular, sino también con inundaciones cuando hay épocas intensas de lluvias.

Este corredor vial hace parte de uno de los proyectos 5G de la Agencia Nacional de Infraestructura, que tiene como principal propósito descongestionar el tránsito con la ampliación de la Autopista Norte y la carrera Séptima, así como la extensión de la Perimetral de Sopó.

Juan Manuel Mariño Maldonado, gerente general de la Concesión Ruta Bogotá Norte, habló con LR sobre la importancia del proyecto para la movilidad de la capital, así como de la inversión que requerirá el proyecto.

¿Qué tanto les afectó las inundaciones que tuvo el corredor vial en días pasados?

La inundación se dio en parte de nuestro corredor concesionado y ello motivó a que desplegáramos todos nuestros esfuerzos por atender la emergencia. Nuestra prioridad fueron siempre los niños de las rutas escolares y logramos en un tiempo evacuar a todos los niños que estaban atrapados en las rutas. Después fuimos empezando a liberar a los demás usuarios de la emergencia. El jueves se pudo empezar a dar día tanto por la calzada oriental como por la occidental y ya estaba normalizado.

¿De cuánto es la inversión que requiere la concesión?

Ese es un proyecto de alrededor de $1.8 billones entre Capex y Opex, es decir, entre la inversión en la obra y la operación y mantenimiento durante 29 años, aproximadamente.

¿Cuáles son las fases del proyecto? ¿En qué etapa se encuentra esta megaobra?

En diciembre presentaremos el nuevo estudio de impacto ambiental. La fase de construcción dura cinco años y medio, la cual esperamos esté iniciando en más o menos mayo o junio del año entrante. Básicamente iniciaremos a construir por la calzada oriental, la que va saliendo de Bogotá hacia Chía, Tunja y los Santanderes. Luego pasaríamos a ejecutar en la calzada occidental que es la calzada de entrada a Bogotá. Iniciamos primero con una, con la explanación hacia adentro, hacia el separador central que es por donde va a ir la inmensa mayoría de la ampliación y una vez tengamos esos seis carriles del lado oriental, pues buscaremos mover el tráfico de los dos sentidos hacia esos seis carriles y podremos pasar a trabajar en los carriles occidentales ya de una manera más tranquila, menos traumática.

El proceso de licitación fue complejo. Había bastantes firmas interesadas. Es uno de los siete proyectos de quinta generación de la ANI.

¿Cómo prepararse para eventuales épocas de lluvias muy fuertes?

Esta va a ser la solución definitiva de ese problema que presenta la autopista cada vez que hay una época de lluvias fuertes. La principal solución, sin perjuicio de otras estrategias para que ello no suceda, es este nuevo diseño, ya que solventa ese bajo arrasante que tiene la autopista en algunos puntos y que es sujeto a inundación y sobre todo la ampliación de esas obras hidráulicas que conectan el agua a los dos humedales.

Ahí yo creo que es donde está la parte más fuerte de nuestro proyecto y es que al generar esa conexión hídrica y ecosistémica del humedal Torca con el humedal Guaymaral, se matan dos pájaros de un tiro, pues se restaura esa conexión ecosistémica y se evita ese riesgo de inundación que viene sufriendo la autopista por décadas.

¿Ustedes conectan los dos humedales con el proyecto?

Ese es el principal objetivo de este proyecto: devolverle esa conexión a unos humedales que hoy los llamamos Torca y Guaymaral. Queremos reconectarlos, volver a permitir el paso fluido y tranquilo del agua entre ambos.