Control de precios para mitigar la inflación aumentaría el contrabando, según Fenalco

La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, abrió la discusión sobre el aumento del salario mínimo anunciando que el gobierno no descarta “una congelación de la canasta básica, porque el incremento del salario es del 10% y cuando los productos básicos del hogar aumentan 12 %, esto genera que el valor adquisitivo quede superior por los costos”.

Uno de los primeros gremios en pronunciarse al respecto fue Fenalco, que a través de su presidente, Jaime Alberto Cabal, señaló que es "para un funcionario que nunca ha pagado una nómina en su vida, o creado empresa, es muy fácil plantear propuestas utópicas".

El dirigente gremial rechazó de tajo la propuesta, advirtiendo que esto llevaría al desabastecimiento, en cuanto ningún empresario estaría dispuesto a producir a pérdida.

"Eso fomentaría el contrabando y tendría unas consecuencias nefastas para la economía", dijo, y agregó que estos planteamientos son calcados de países en los que se han implementado y fracasado, o de otros como España, donde el gobierno puso la opción sobre la mesa y reconsideró "por la inviabilidad económica y técnica que conlleva".

Además del mercado negro, Cabal dijo que el control de precios llevaría al cierre de varias empresas y un aumento del desempleo.

Sobre la discusión del alza del salario mínimo, el presidente Petro recordó ayer que si bien es importante la negociación entre los empresarios y las centrales obreras, la última palabra la tiene la Casa de Nariño. “Es una discusión pertinente, yo la abro. El Gobierno tomará posición porque tiene un mecanismo legal en su momento, que es precisamente el decreto de salario mínimo”, dijo.