Crece la fiebre por la Vespa en el mercado local, marca que nació hace ocho décadas

Cuando Enrico Piaggo decidió cambiar el rumbo del negocio familiar para empezar a fabricar motos que fueran fáciles de utilizar y de acceso para las masas, muy lejos estaban sus vehículos de llegar al mercado colombiano.

Recién culminaba la Segunda Guerra Mundial cuando don Enrico, que estaba en cabeza de la compañía que su padre había fundado, cambió el modelo de negocio que hasta entonces se había enfocado en la industria aeronáutica, para desarrollar una de las motos más emblemáticas del mundo: la Vespa.

El primer modelo tuvo algunos tropiezos y no recibió la acogida esperada hacia finales de 1945. Fue hasta que el ingeniero Corradino D’Ascanio, quien era especialista en el diseño de aviones, dio en el clavo para fabricar la motoneta ideal.

Aunque era un vehículo extravagante para la época, fue recibido por los italianos de a pie con gran furor en la primavera de 1946, en una época de reconstrucción en Europa. La historia misma dice que el nombre Vespa (en italiano) llegó por la semejanza que, para Enrico Piaggo, tenía su motocicleta con una avispa.

En menos de una década de su salida al mercado, Piaggo había vendido más de un millón de unidades. Después del exitoso estreno en 1946, la Vespa llegó a Colombia en 1955 y, para 1963, ya existía el primer Club Vespa del país. Este fue apenas el primer hito de una motocicleta que creó toda una ‘fiebre’ en el territorio nacional.

“En Colombia, hubo tres intentos de distribuidores previos antes de que la tuviera Los Coches; inicialmente lo tuvo una exreina de belleza, después de eso lo tomó otra compañía que se llamaba Desmoto, luego hubo una separación y estuvo sin representación alrededor de tres años”, explicó Santiago Álvarez, dueño del concesionario de motos Off We Go, número uno en ventas de Piaggo en Colombia.

El Grupo Piaggo no solo se quedó con la Vespa, que es insignia para el grupo, sino que lanzó otras marcas como Moto Guzzi, Aprilia y Piaggio. “Esas cuatro las manejamos acá, pero la más emblemática y vendida es la Vespa”, agregó Álvarez.

Este mercado ha tenido un importante crecimiento. Según la Cámara de la Industria de Motocicletas de la Andi, las scooter en Colombia representan aproximadamente 13% del total de ventas. En agosto, se registraron 9.458 vehículos de este tipo.

La Vespa pertenece a este segmento y ha mantenido un buen desempeño en los últimos años. “Estas motos no son de bajo costo y al mismo tiempo no son las típicas que se pueden robar fácilmente; no tengo el primer reporte de robo de una moto de estas. Es un estilo de vida; hay un Vespa Club en cada una de las ciudades principales como Medellín o Cali, y hay un Vespa Club Colombia. Ellos están legalmente constituidos, tienen sus estatutos, juntas, presidentes y nosotros estamos muy vinculados con el tema.

Agregó: “El punto es que el cliente tiene un estilo de vida, un diseño, les gusta porque es cool y la usan. Nosotros no competimos por precio, estamos fuera de un rango de precios importante, somos un scooter de lujo; estamos acá por un tema de estatus y eso tiene un costo que se refleja en el precio de la motocicleta”.

Este concesionario está vendiendo cerca de 120 motos anualmente, pero esperan cerrar con más de 150 o 200 unidades este año. “La más vendida es la Vespa VXL 150, la cual viene en seis colores: amarillo, rojo, azul, blanco, gris y negro. Es la más comercializada por su costo - beneficio, creo que tiene una oferta increíble porque usted llega con estilo y diseño, además es una opción económica en consumo”, agregó.

Aunque Álvarez calificó a este mercado como una “montaña rusa”, Off We Go viene creciendo a buen ritmo, pese a ser una compañía de apenas cuatro años. “Hemos ido de cero a 200 Vespas al año, entonces eso es un esfuerzo importante que tenemos que hacer; poco a poco estamos pedaleando para llegar a esas 200 Vespas que tenemos como proyección este año”.

La participación que ha logrado el concesionario tiene que ver con la estrategia comercial agresiva, que les ha permitido liderar en ventas de las Vespa. “Nosotros tenemos una participación importante dentro de todos los concesionarios que vendemos la marca: Somos el número uno. Yo creo que, principalmente, tenemos unos esfuerzos en mercadeo importantes. Nuestra ubicación, en la Calle 77 con Carrera Séptima, es clave.

También dijo que hay otros temas interesantes, como el uso de tecnología. “Yo uso mucho inteligencia artificial, la cual está encargada de traerme la gente al local; nosotros hacemos un esfuerzo bien grande para siempre tener los mejores productos y la mejor atención”.

Cada vez los jóvenes están más interesados en la Vespa, una marca icónica que nació hace casi 80 años. “Estamos apuntándole mucho a la población joven, que es un tema interesante. Uno, porque es la gente que está entrando a su fuerza laboral; dos, porque estas personas están apostándole a un consumo económico, como con la VXL 150, tiene un tanque de gasolina de 2,5 galones hace 200 kilómetros tranquilamente”.

Añadió que estas motos ya vienen con tecnología Euro 5, las cuales tienen emisiones muy bajas y que son amigables con el medio ambiente. “Es una moto diferente, con estilos y diseño, además tenemos planes de financiación. Estamos hablando de que le pueden quedar cuotas de $300.000 al mes, una tarifa muy baja”.

El panorama de las motocicletas y los retos de la industria según la Andi

Según un informe de la Andi, la situación del Soat para motocicletas en el país enfrenta varios desafíos. “Por un lado, es esencial proteger a los motociclistas debido a su alta vulnerabilidad en incidentes viales, lo que hace crucial garantizar la atención médica de emergencia. Hoy, dado que no se conoce el número de motocicletas en circulación, se desconoce el porcentaje de evasión. El sector ha estimado el porcentaje de tenencia de Soat en motocicletas en circulación de alrededor de 60%”.