Un campesino creó el Aguardiente Amarillo de Manzanares y otros Datos Cocteleros
jueves, 2 de junio de 2022
Aunque el Aguardiente Amarillo de Manzanares es un producto de la Industria Licorera de Caldas, no siempre fue así
Según el cronista José Antonio Benites, la industria del aguardiente nació entre 1784 y 1787, periodo en el que se abrió la Real Fábrica de Aguardiente en la Nueva Granada, en Villa de Leyva. Y poco a poco empezaron a surgir reales fábricas de aguardiente de caña en el territorio. En sus orígenes, la bebida tenía entre 35 y 40 grados de alcohol.
En esta época, el productor pagaba un impuesto por botija producida. Incluso, la mayor parte de los ingresos públicos provenían de los ramos de aguardientes y tabacos. Con la desaparición del dominio de la Corona Española, se abolieron los estancos de aguardiente, situación que hizo que particulares empezaran a producir el licor con un sistema de alambiques y de forma artesanal.
Aunque el Aguardiente Amarillo de Manzanares es un producto de la Industria Licorera de Caldas, no siempre fue así. La empresa compró la fórmula a Camilo Jiménez, un campesino de Manzanares recordado por repartir el licor que producía en barriles cargados por una mula en la década de 1880.
La palabra guaro viene del quechua warapu, que significa "jugo de caña a medio madurar".