De 140.000 donuts que vende la cadena Dunkin al día, 60.000 son de arequipe
lunes, 23 de julio de 2018
La cadena cumple 35 años y abrirá siete puntos al año a partir de 2019.
Lina María Guevara Benavides
Vender 140.000 donuts diarias en un país que hace 35 años no las conocía, y que de ellas, 60.000 unidades sean producto de un invento en Colombia, que mezcla masa y arequipe, es una hazaña, e incluso, “el resultado de un sueño bien trabajado”, como lo define el presidente de Dunkin’ Donuts Colombia, Miguel Merino, quien explicó el plan de expansión que trae consigo el aniversario número 35.
¿Cómo aterrizó la marca en Colombia?
Dunkin’ Donuts es la respuesta de que cuando los sueños se trabajan, se vuelven realidad. Lo digo porque todo empezó con un sueño de una de mis hermanas que en los 80, pese a ser un ama de casa tradicional, cuando vio que sus hijos iban a entrar a la universidad, le pidió a su esposo que la apoyara para hacer algo más. Ellos fueron a la Feria Internacional y compraron una máquina de donuts, pero no les funcionó. En ese momento, yo estaba en Boston, que es el territorio de origen de Dunkin’ Donuts (más de 800 locales). Entonces, fuimos al pueblo donde quedaba la casa matriz con mi esposa, a lo colombiano, sin pedir cita y nos atendieron. Ellos estaban en Filipinas, Corea y Japón, pero querían aumentar su presencia afuera, porque los supermercados americanos estaban haciendo cafeterías propias y eso era competencia. Para ese entonces, yo trabajaba con Jorge Rothlisberger, su padre nos apoyó y ahí inició la aventura.
¿Cómo ha sido el crecimiento en estos 35 años?
Nadie conocía las donuts en Colombia. Entonces, establecimos aquí el mismo concepto, con locales organizados, productos frescos y trabajo por horas para que los jóvenes pudieran pagar sus carreras. Pompilio Lopera fue su primer gerente y nos dedicamos a desarrollar la marca a través del gingle tradicional de Dunkin’ Donuts. La gente empezó a cogerle cariño, a reconocerla y apenas abrimos en el aeropuerto, se convirtió en un regalo obligatorio, decíamos que Avianca llevaba más donuts que pasajeros a Barranquilla.
¿Cuál ha sido la fórmula para resistir a los cambios del mercado y del consumidor?
Primero, que siempre hemos contado con el respaldo de Dunkin’ Donuts, que es una marca de Dunkin Brands, con quien también operamos Baskin Robbins en Colombia. Además, hemos tenido un trabajo de innovación permanente y de ajuste hacia los gustos del consumidor. Nos hemos mantenido en las reglas de calidad, servicio y frescura reinventándonos.
¿Cómo ha sido la evolución?
Desde hace unos años estamos en una vía de cambio. Tenemos café, otras bebidas, snacks y sandwiches, pero sin olvidar las donuts.
¿Cómo están repartidas las ventas totales?
Las donuts siguen representando 60%. Luego está el café, que es 15%; otras bebidas, 10%; y sandwiches, 10%. Vendemos 140.000 donuts diarias y de ellas, 60.000 son de arequipe.
¿Con estos 35 años viene algún plan de expansión?
Ahora tenemos 185 locales en nueve ciudades del país. El proyecto es abrir siete tiendas por año, en los próximos cinco años, a partir de 2019.
¿Cuánto cuesta montar cada local?
Varía entre $200 millones y $250 millones.
Y, ¿llegarán a otras ciudades con esas aperturas?
La filosofía, por ahora, es fortalecer lo que tenemos: ser fuertes en pocas partes y no débiles en muchas.
¿Cómo competir con tantas marcas de bajo costo?
Hay dos caminos a seguir: el de los precios o el de la calidad. Lo importante es saber a qué grupo se quiere llegar, nosotros mantenemos los precios al alcance del consumidor.
¿Qué expectativa tiene para el cierre de este año?
Sigue siendo difícil, pero hay una gran confianza. Tenemos grandes oportunidades y se necesita un empresariado responsable, que trabaje, apoye a los jóvenes y construya país.