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De Termoyopal a Altia: la nueva plataforma energética multifuente

Altia

Ante el déficit energético proyectado en Colombia, la compañía Altia toma la experiencia de Termoyopal y se lanza como plataforma para fortalecer la matriz energética del país con una inversión de US$250 millones

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Colombia enfrenta un de­safío energético creciente. De acuerdo con la Unidad de Planeación Minero-Ener­gética (Upme), el país podría registrar un déficit de 1.000 MW de energía firme hacia 2027. Y aún más grave: a par­tir de este año, el margen de reserva energética se redu­cirá de manera sostenida, lo que prevé un déficit entre 4% y 6% para 2028.

Frente a este escenario, los jugadores que aportan con­fiabilidad y diversificación al sistema eléctrico se vuelven estratégicos.Es el caso de Al­tia, compañía que nace a par­tir del legado de Termoyopal, para ampliar su capacidad energética y seguir aportan­do al desarrollo de la región.

Fundada en 2003, Termoyo­pal inició operaciones en Casanare con una planta de secado de gas natural. Con el tiempo desarrolló un modelo integrado: generación térmi­ca, procesamiento de hidro­carburos y comercialización de gas. Ese esquema, fortale­cido y ampliado, es el que da vida a Altia.

“Nuestro activo más im­portante hoy es Termoyopal, que cuenta con 22 años de operación rigurosa y una imagen muy bien posiciona­da en la industria energéti­ca. Allí hacemos tres cosas: contamos con una planta de secado de gas que produce GLP, propano, butano y nafta; generamos energía eléctrica con el gas seco resultante; y comercializamos gas. Esa configuración no la tiene nadie más en Colombia”, ase­guró Nicolás Azcuénaga Ra­mírez, CEO de Altia.

Un enfoque estratégico

El CEO de la compañía des­taca que el apellido de Altia es ‘energía con propósito’, una que impulsa el desarro­llo regional, genera progreso real, garantiza la estabilidad, fortalece la seguridad ener­gética y construye una ma­triz más confiable, competi­tiva y sostenible. “Estamos convencidos de que podemos llevar energía limpia, firme y confiable a más personas y comunidades. Cuando se combina energía con soste­nibilidad, eso es energía con propósito”, aseguró.

Hoy, Altia cuenta con 200 MW en generación térmica y otros 20 MW solares, mien­tras avanza en planes para incorporar 100 MW adiciona­les en el corto plazo. A esto se suma la producción de 2.300 barriles diarios de GLP y naf­ta en su planta de secado de gas, una operación que cubre cerca de 10% de la demanda nacional.

Para la compañía, la clave de enfrentar el panorama actual está en garantizar un portafolio capaz de respon­der a la demanda de manera confiable. “Preferimos ha­blar de adición energética en lugar de transición ener­gética: no se trata de excluir fuentes, sino de asegurar que el mix energético satis­faga necesidades al menor costo posible y con menores emisiones de carbono”, ase­guró Azcuénaga.

Expansión regional

Actualmente, la compa­ñía proyecta inversiones por US$250 millones para am­pliar capacidad instalada en el país y desarrollar parques solares, que contribuyan a la adición energética. Ade­más, Altia se prepara para expandirse hacia el norte de Latinoamérica, integrando fuentes como la hidráulica y, en una etapa posterior, la eólica.

“De cara al 2040, proyec­tamos escalar nuestra capa­cidad de generación hasta 1.000 MW, incorporar nue­vas tecnologías como alma­cenamiento de energía y acompañar ese crecimiento con infraestructura logísti­ca, puertos, transmisión y transporte” Queremos ser el actor que dé estabilidad y fortalezca la matriz energé­tica de la región”, concluyó Azcuénaga.

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