Empresas

Doce empresas del sector petrolero entran en proceso de reorganización

Valentina Pachón

A estas se les suman Sismografía y Petróleos de Colombia y otras ocho compañías más que  se acogerían al Régimen de insolvencia empresarial 1116 del 21 de diciembre de  2006. Pese a que el ente regulador reveló que son doce en total, no entregó los nombres de las ocho restantes.

Las firmas buscan estar protegidas por el Estado, al permitir, según el concepto de la Supersocialedades, “la salvación de los negocios del deudor, que aunque afrontan dificultades económicas tienen perspectivas de salir de la crisis financiera, sino para permitirle a aquél a través de un acuerdo, celebrar  un convenio de pagos con sus acreedores, lo que de no ser posible incuestionablemente conlleva a la liquidación judicial”.

Esta medida sería la carta de salvación para las empresas del sector petrolero, pues como explica Patricia Arrazola, socia de la firma  Gómez-Pinzón Zuleta,  la caída de los precios de los commodities arrasó con los contratos que sostenían las empresas extractoras y exploradoras con las transportadoras y otras, que dependían de esa cadena productiva, dejando colgadas a otras compañías que requerían de esos convenios comerciales para mantener  sus operaciones.

“Es preocupante ver el numero de empresas que han parado de trabajar. Algunas que han dejado de alquilar equipos sofisticados y en tanto costosísimos,  generando en vez de riqueza, deuda”, anotó Arrazola.

La coyuntura del sector petrolero está afectando directamente tanto a estas empresas como a la economía en general. En el pasado, varios expertos señalaron el riesgo que generaría la centralización de la economía en un sector tan volátil como el energético, por lo que el coletazo de una Enfermedad Holandesa es a lo que se enfrenta hoy el país.

Para Marcela Bayona, consultora experta del sector petrolero y abogada de Estudio Jurídico M&M, este es solo uno de las primeras olas de lo que seria un tsunami económico. Sin embargo, es este, un  tipo de medida para salvar a las empresas que tienen la voluntad de seguir, pero que no pueden pagar sus obligaciones, y que de alguna manera reorganizándose, estabilizarían la situación.

Añadió que tanto las industrias que dependen de la tercerización como otros sectores complementarios, quizá no logren sobrevivir en las regiones, como los hoteles pequeños de paso  y restaurantes, entre otros.

Lo que sigue para estas empresas es iniciar su proceso de reorganización y sobrevivir, mientras que a la Supersociedades le corresponderá, según los estudiosos del tema, detectar firmas que presenten estos mismos síntomas y ampararlas bajo el régimen legal. Los bancos y otros acreedores deberán esperar a que pase la tormenta y confiar en el sector  para evitar contraer la ya maltrecha economía.

Las cifras que presentan ante la Super
La Superintendencia de Sociedades adelanta un monitoreo especial al sector petrolero debido a los problemas financieros que afronta por los bajos precios del crudo en el mundo. Empresas como Drilling presentan activos por $6.989 millones y pasivos de $29.515 millones por obligaciones financieras, pagos a proveedores, cuentas por pagar, impuestos y otras deudas. En el caso de la firma distribuidora de combustibles, los activos son de $4.335 millones contra un pasivo total por un valor de $3.318 millones y un patrimonio neto negativo por valor de $1.017 millones.

Las opiniones

Marcela Bayona
Senior partner estudio jurídico minería y medio

“Del sector extractivo se desprende una cadena de valor que también se está viendo afectada por la caída del precio del petróleo en el ultimo trimestre”

Patricia Arrazola
Abogada Gómez- Pinzón Zuleta Abogados

“La reducción del número de contratos para las empresas que no son de exploración o extracción también ha descendido, la afectación es general y profunda”.