Industria

El intraemprendimiento, la nueva estructura a la que están migrando las empresas

Este modelo supera el hecho de crear nuevos negocios. Genera una cultura de innovación y fomenta la mentalidad emprendedora

Natalia Gaviria González

El intraemprendimiento es un modelo que cada vez gana más terreno en el mundo corporativo. El desarrollo de nuevos negocios dentro de la estructura de una compañía existente y establecida, es algo que ya está ocurriendo en marcas reconocidas como Nutresa, Alpina, Familia, Nacional de Chocolates, Grupo Éxito, Argos, Postobón o el Grupo Energía Bogotá

Su adopción trasciende el panorama nacional y también se empieza a notar en compañías multinacionales como Belcorp, Essisy, Tetrapak y Pepsico, entre muchas otras.

Sin embargo, no es menos cierto que quienes se atreven a lanzarse en este nuevo modelo de negocio enfrentan una serie de desafíos no del todo fáciles.

Deben "lograr una transformación cultural hacia modelos operacionales ágiles y flexibles, disponer de capital de riesgo para invertir en proyectos de alta incertidumbre, asignar recursos para trabajar en ideas que no generan ingresos en el corto plazo, establecer mecanismos de medición no financieros para determinar el éxito del proyecto, realizar transformaciones profundas en su arquitectura y modelos operativos, entre otras cosas", según Estratek.

Sin embargo, Sebastián Castrillón, Co-Fundador y CEO de esta entidad, resalta que aún así, "el intraemprendimiento es uno de los mejores vehículos para que las grandes organizaciones puedan trascender y logren crecer de forma exponencial. Así lo hacen startups que rompen con el modelo y desafían a las compañías tradicionales, tal y como hizo Rappi (vs Éxito), Habi (vs Coninsa), Kavak (vs Los Coches), Nubank (vs Grupo Bolívar) o TUL (vs Homecenter)".

Desde su perspectiva, este innovador modelo supera el hecho de solo crear nuevos negocios. Además genera una cultura de innovación al interior de las organizaciones que fomenta la mentalidad emprendedora.

Dicho lo anterior, señaló los cinco beneficios de fomentar la innovación y el emprendimiento dentro de las empresas:

Lo primero que se consigue es una revalorización del trabajo del colaborador y del surgimiento de ideas
innovadoras. Esto hace que se estimule la creatividad y el deseo de aportar a la transformación del negocio.

Además se consigue una renovación corporativa y de nuevas plataformas de crecimiento "gracias a la
detección de nuevas oportunidades de negocio en industrias, mercados y territorios inexplorados y tradicionalmente ajenos a la organización, que renuevan el portafolio y rejuvenecen la oferta de valor de la misma".

En tercer lugar, se consigue una transformación digital y tecnológica, que generalmente es lo que requieren las compañías para convertirse cada vez más competitivas, eficientes y relevantes.

Entre los beneficios también se destaca la atractividad de la empresa ante el ecosistema. Castrillón indico que entre mayor satisfacción y autorrealización de los empleados haya, se consigue una mejor imagen de la empresa a nivel interno y externo.

Finalmente anotó sobre el avance que se consigue en términos de la transformación cultural y el aprendizaje, que terminan por potencializar el conocimiento y las habilidades de los miembros del equipo.

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