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El Jockey Club cerró parcialmente su sede del centro de Bogotá

David Susa

El Jockey Club, uno de los últimos símbolos de la hidalguía bogotana de antaño fue cerrado parcialmente desde comienzos de este mes, en el centro de la ciudad.

La limitada asistencia de socios, debido a migración hacia otras zonas de la capital, obligó a que se tomara esta decisión y la antigua edificación se destine únicamente a la realización de eventos especiales.

Joaquín Rocha, administrador del establecimiento, afirmó que 'la decisión se debe, particularmente, a que la inmensa mayoría de los socios trabajan y viven en el norte de la ciudad. Ya muy pocos tienen sus oficinas en el centro, entonces pasa muy poco que venga el socio a almorzar, a beber algo o a charlar con sus amigos. A diferencia de eso, los grandes eventos sí siguen sucediendo en el centro, porque el club tiene una tradición, unas instalaciones y una infraestructura muy importantes'.

Reiteró que el lugar va a seguir siendo propiedad del club y que lo único que cambiará es que la sede ya no estará abierta durante el día.

La historia
El Jockey Club nació cuando un grupo de bogotanos de alta alcurnia, movidos por el deseo de tener un lugar en el cual hacer sus tertulias, decidió fundarlo en 1874. El lugar fue un éxito inmediato entre las grandes figuras políticas, sociales e intelectuales de Santa fe de Bogotá. Su exclusividad y su gran reconocimiento generaron que, tras ocho años, apareciera su primer competidor, el Gun Club, fundado en 1882.

La creciente demanda de este tipo de sitios motivó que el número de competidores fuera en aumento, pero a diferencia de otros, el énfasis de los más antiguos no eran los deportes o el entretenimiento, sino la preservación de las costumbres que hicieron de Santa fé de Bogotá una ciudad de estilo y pensamiento europeo.

Los problemas empezaron con la explosión demográfica en la ciudad y el deterioro que ésta generó en el centro. Por ello, en los 80, los antiguos clubes debieron tomar una decisión: si se movían del centro o permanecían en éste. Las directivas del Gun Club decidieron vender su sede principal y moverse al norte de la ciudad: la calle 82 con carrera séptima. El Jockey Club siguió sus pasos desplazándose al norte, a la carrera cuarta con calle 72, pero conservando su antiguo recinto.

Más allá de afectar a los 400 socios del Club, el cierre parcial es una muestra más de que la ciudad que muchos ciudadanos mayores conocieron ha cambiado drásticamente. Así lo afirma el socio por 52 años , Arturo Zuloaga, quien atribuye esta decisión al paso natural del tiempo: 'Sinceramente, no me interesa mucho. Todo pasa. Se estaba perdiendo plata en esa sede y categoría'.

¿Cómo ser socio este club o del Gun Club?
Ser socio del Jockey Club o del Gun Club es una tarea bastante difícil. Los clubes posteriores suelen tener un sistema de compra de acciones, aunque para ingresar también se requiere la aprobación de la junta directiva. En el caso estos dos, el ingreso es aún más exclusivo. Siguiendo con la tradición, los únicos que pueden ser miembros son hombres. No hay membresías disponibles: el interesado tiene que poner su nombre en una lista, a la espera de que algún socio se retire o que fallezca sin dejar ningún heredero que tome su lugar. Asimismo, es necesario ser presentado por dos socios activos y aguardar que la junta directiva apruebe su entrada, lo que puede tardar bastante tiempo.

Las opiniones

Arturo Zuloaga
Socio del Jockey Club desde hace 52 años

'Todo pasa y con la sede del centro se estaba perdiendo plata y prestigio. Todo lo que se podía hacer allí se puede hacer actualmente en el norte de la ciudad'.

Joaquín Rocha
Administrador del Jockey Club

'La decisión se debe, particularmente, a que la inmensa mayoría de los socios trabajan y viven en el norte de la ciudad. Ya muy pocos tienen sus oficinas en el centro'.