Industria

El precio del aguardiente subiría 62% con la tributaria, pasaría de $40.000 a $65.000

Gráfico LR

Los gerentes de las principales industrias licoreras coinciden en que el contrabando y el trago adulterado se verían fortalecidos, si pasa la reforma del gobierno

Martín Pinzón Lemos

La reforma tributaria golpearía a las licoreras regionales, de donde salen impuestos para la salud y el presupuesto de los departamentos, según empresarios del sector consultados. Los rones y aguardientes pasarían de tener un impuesto al valor agregado, IVA, de 5% a 19%, si aprueba el proyecto con el que el ejecutivo espera recaudar $435.800 millones gracias a este nuevo tributo.

Desde la Fábrica de Licores de Antioquia, FLA, Esteban Ramos Maya, su gerente general, señaló que “lo que actualmente paga una botella de aguardiente nuestra en impuesto es aproximadamente $17.500 por unidad de 750 mililitros (ml) y pasaría a pagar, con la propuesta del Gobierno, $33.300 de solo carga impositiva”. Este impacto, de acuerdo con Ramos Maya, subiría el precio del Aguardiente Antioqueño en más de $20.000.

“Normalmente, en el mercado se puede conseguir a $40.000, pero muy seguramente, con esta carga impositiva no bajará de $60.000 o $65.000, la gente tendrá que ir a buscar alternativas”, comentó el gerente, sobre una eventual subida de hasta 62,5%.

Gráfico LR

Para Ramos, el contrabando es uno de los riesgos más grandes, si esta reforma tributaria se convierte en realidad. “(La reforma) también incentivaría mucho el contrabando de licores, porque ya es bien sabido que tanto el contrabando como el consumo de licor adulterado es de muy delicado para las finanzas de los departamentos. Esto lo que haría es que al no tener unos precios competitivos para las industrias licoreras, como la nuestra, la gente, se marginaría para buscar licores mucho más económicos. Por eso nosotros vemos la reforma con mucha preocupación”, destacó el gerente de la FLA.

Diego Angelillis, el gerente general de la Industria Licorera de Caldas, ILC, también se refirió a la propuesta de reforma tributaria que pretende radicar el gobierno Petro. “El efecto de la reforma tributaria propuesta por el gobierno en los rones y los aguardientes sería absolutamente devastador. Estamos hablando de que tendríamos el impuesto al consumo y tendríamos también el IVA en 19%. Los precios a los cuales venderíamos nuestros rones y nuestros aguardientes nos sacarían del mercado”, señaló el gerente de la ILC. Angelillis fue aún más enfático sobre las consecuencias que la reforma traería a la industria.

LOS CONTRASTES

  • Esteban Ramos Maya Gerente general de la Fábrica de Licores de Antioquia

    “Lo que paga una botella de aguardiente por unidad de 750 mililitros, de solo carga impositiva, es aproximadamente $17.500, y pasaría a pagar, con la propuesta del Gobierno Nacional, unos $33.300”.

  • Diego Angelillis Gerente general de la Industria Licorera de Caldas

    “La reforma estimularía de una manera contundente el contrabando y la adulteración de licores en Colombia y terminaría ayudando, en este caso, a la proliferación de estos dos flagelos”.

  • Luz María GonzálezChief Legal & Relationship Officer de Dislicores

    “La sustitución, impulsada por la elasticidad del mercado, puede llevar a un cambio en los hábitos de consumo hacia productos que no cumplen con estándares de calidad, trazabilidad o seguridad”.

“Estimularía de una manera contundente el contrabando y la adulteración de licores y terminaría evidentemente ayudando en este caso a la proliferación de estos dos flagelos y, por sobre todo, a la caída de los ingresos para la salud y la educación de los colombianos”, dijo el gerente de la Industria Licorera de Caldas.

No solo las licoreras son las que se quejan de las medidas de la reforma, también las distribuidoras de licores.

Luz María González, chief legal & relationship officer de Dislicores, destacó que “se plantea una tributaria que impacta de manera directa y desproporcionada al sector de las bebidas alcohólicas, particularmente al gremio del vino. Esta modificación normativa, que propone elevar la tarifa del IVA de 5% al 19% y aumentar significativamente el impuesto al consumo, representa no solo una carga fiscal excesiva, sino también una amenaza estructural para la industria formal, el consumidor y el recaudo público”.

En la misma vía, González dijo que “la reforma propuesta no solo afecta a la industria formal, sino que también tiene consecuencias directas sobre el consumidor final. En un mercado sensible al precio, como el colombiano, el consumidor promedio tiende a sustituir productos de mayor calidad por opciones más económicas.

Esta sustitución, impulsada por la elasticidad del mercado, puede llevar a un cambio en los hábitos de consumo hacia productos que no cumplen con estándares mínimos de calidad, trazabilidad o seguridad”, mientras señaló que el incremento del licor adulterado y el contrabando pueden ser los grandes enemigos del sector, en caso de que se apruebe la iniciativa en el Congreso.

Así son las ventas del guaro

El aguardiente es una de las bebidas más populares del país, con más de 95 millones de botellas vendidas durante el año pasado. Las marcas de este licor más vendidas fueron, precisamente, el Antioqueño, de la FLA, con más de 60 millones de unidades comercializadas, y el Amarillo de Manzanares, de la ILC, que vendió 13 millones de botellas.

Vale la pena resaltar que, en ese momento, no se podía vender Amarillo en ciudades capitales como Bogotá y Medellín. El top tres lo completa la Licorera del Valle y su Aguardiente Blanco, al distribuir por el país 9,8 millones de unidades.

Para cerrar el top cinco, se encuentra el Aguardiente Néctar, con 7,04 millones de botellas vendidas el curso anterior, y el Aguardiente Caucano, que comercializó 3,1 millones de unidades. Todas estas empresas podrían ver detrimentos en sus ventas, en caso de que se dé ese aumento estimado por Ramos, de más de 60% en el precio.

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