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El ron en Colombia está a la altura del Bacardí, según Instituto Monde Selection

Paula Delgado

Dos de los institutos internacionales de calidad más importantes han puesto sus ojos en los licores colombianos.

Apenas este año la misión Monde Selection (fundada en 1961 con el objetivo de calificar productos de consumo) reconoció la “alta calidad” de cuatro aguardientes y dos rones de las licoreras de Cauca y Cundinamarca junto con otros 367 productos.

Lo propio hizo el Instituto Internacional de Sabor y Calidad (International Taste & Quality Institute - iTQi) con seis licores de la empresa de Cundinamarca, cuatro del Valle, tres de Caldas y otros tres de Cauca tras catar 1.239 productos de todos los continentes.

Sin embargo, no es la primera vez que la industria nacional le puesta a estos reconocimientos, de hecho, el Ron Viejo de Caldas, uno de los más tradicionales en el país, recibió una doble medalla de oro en la World Spirits Competition en 2005.

Para Luz María Zapata, directora de la Asociación Colombiana de Industrias Licoreras (Acil), aunque este proceso lo arrancaron las compañías de mayor venta, las más pequeñas como Cauca o Boyacá también han presentado sus productos con éxito en pruebas internacionales.

“El reto ahora es mejorar la calidad de las bebidas para demostrar que nuestros licores son tan o más ricos que los internacionales”, dijo Zapata, al tiempo que resaltó los avances en materia de calidad, principalmente de la imagen publicitaria y presentación de la botella.

Por su parte, Víctor Julio González, gerente de la Industria de Licores del Valle, explicó que sus esfuerzos están enfocados en capacitar a quienes elaboran los licores. También dijo que luego del reconocimiento creció su motivación por impulsar el consumo de las bebidas que producen.

Asimismo, Miguel Trujillo Londoño, gerente de la Industria Licorera de Caldas, se mostró empeñado en seguir manteniendo los premios a nivel internacional.

“De una u otra forma, y pese a las dificultades al ser una empresa pública, logramos mejorar el sabor y la presentación de nuestros rones, de manera que pudimos entrar a Estados Unidos, uno de los mercados más exigentes del mundo”, indicó.

Con este reconocimiento ganan todos los colombianos. No solo porque la imagen de la industria licorera del país en el mundo se fortalece, sino porque de esta manera se motiva al consumidor a optar por el producto nacional.

Luz María Zapata Dir. Asociación colombiana de Industrias Licoreras “A pesar de las limitaciones que tienen las licoreras nacionales, nuestros productos tienen todo para competir en el mundo”.

Un camino alterno para atacar el contrabando
Gerentes de las nueve industrias licoreras que tienen plantas de producción propias en el país coincidieron en que mejorar la calidad de los licores nacionales, principalmente en lo referente a la presentación del producto (forma de la botella, tapa, material de las etiquetas y sellos de seguridad), es también un camino para competirle al contrabando, principal amenaza de las licoreras departamentales que constantemente, a través de la Dian, encuentran miles de botellas adulteradas. Es por ello que a través de la Asociación Colombiana de Industrias Licoreras (Acil), el gremio ha unido esfuerzos para encontrar salidas alternas a la criminalidad que amenaza con robarles las ventas que financian la salud en el país.