Tecnología

"El sector empresarial tuvo un efecto K, y no de U, tal como lo preveían los expertos"

Claudia Aparicio, managing partner de SingularityU Colombia, indicó que la tecnología es un habilitante clave para la competitividad

Natalia Gaviria González

Los hallazgos parciales del informe desarrollado por SingularityU Colombia en alianza con el Centro Nacional de Consultoría demostraron que durante la pandemia el sector empresarial tuvo un efecto K, en grupos proporcionales, y no de U, tal como lo preveían los expertos.

Esto significa que las empresas no tuvieron un decrecimiento uniforme y generalizado que retornaría con el tiempo, sino que por el contrario, el desempeño fue dispar para cada organización. "Mientras que a unas les iba bien, otras decrecieron y unas más rebotaron", así lo explicó Claudia Aparicio, Managing Partner de SingularityU Colombia a LR, previo a la publicación de este documento el 10 de noviembre.

Aunque son muchas las razones que hay detrás de este desempeño, hubo dos variables principales en común entre las 7.200 empresas que hicieron parte de este estudio y cuya facturación fue superior a $18.000 millones anuales entre 2019 y 2021: la industria y la capacidad de adaptabilidad.

En el caso de la industria, Aparicio explicó que los efectos fueron más acentuados para algunas empresas según el año. El primero (2020) estuvo marcado por las cuarentenas del covid-19 y el segundo (2021), por el impacto en la cadena de suministros.

El tamaño de mercado fue un aspecto relacionado a la industria y el entorno que afectó el desempeño de la organización. Pues redujo la probabilidad (-21 puntos porcentuales (pp) con un nivel de confianza (nc) del 90%) de pertenecer a la categoría de empresas que continuaron creciendo, según el estudio. También el mercado laboral y el aspecto regulatorio.

Por otro lado, la capacidad de adaptabilidad de las empresas se convirtió en el factor más determinante de competitividad. Esto se demostró al ver que, las entidades más afectadas fueron aquellas que denotaron elementos de fragilidad asociados a dificultades como: acceso al crédito y a nuevos mercados y la capacidad para desarrollar nuevos productos y servicios.

"Aunque las mayoría de las empresas priorizaron dentro de las dimensiones claves a trabajar, la estrategia; el talento, la tecnología y el cliente; los pilares de la transformación tecnológica, asociada a resultados, demuestran que la capacidad de adaptación y consecuente crecimiento en U se logró en aquellas que optaron por trabajar en la estrategia empresarial, el modelo de negocio y el desarrollo de productos", aseguró.

En términos numericos, la capacidad de adaptar el modelo de operación durante pandemia aumentó la probabilidad de estar en la categoría que creció con 3 pp y un nivel de confianza superior a 95%. Por el contrario, las dificultades en la escalabilidad de sus productos o servicios y los cambios en el mercado les restaron representatividad, convirtiéndose en algunos de los mayores desafíos para las empresas. En este último caso, la probabilidad de estar en la categoría que solo crece fue de 38 pp, con nc de 99% y 16 pp con nc del 95%, respectivamente.

Aparicio también recalcó la importancia de la transformación tecnológica asociada a resultados y su crecimiento, que en el peor de los casos fue de 50%. En este caso, indicó que la estrategia empresarial y el modelo de negocio aumentaron la probabilidad de estar en la categoría de empresas que solo crecen. Incluso, anotó que aquellas que más lo hicieron no fueron precisamente las más sofisticadas, sino las más dispuestas a implementar dichos cambios.

"Con la pandemia se aceleró la irrupción tecnológica y eso está haciendo que la representativa del sector se haya movido casi 40%. Es decir, que 40% de las empresas más grandes del mundo son de tecnología. Y eso empieza a generar insumos muy interesantes para la región".

Señalo que América Latina hay industrias en una fase de disrupción profunda, que están abriendo espacio para que otros jugadores tecnológicos ocupen su lugar, como sucede en el sector de la salud.

También hay otros sectores que siguen siendo muy tradicionales pero la agenda de tecnología continúa muy transversal a ellos. Esto significa que aunque no están precisamente en disrupción, transversalmente tienen ciertos aspectos tecnológicos que necesitan atender como por ejemplo, las tecnologías para el cambio climático.

Adicionalmente, destacó que el tema de la educación nunca ha punteado, porque se históricamente ha sido visto como un negocio sin ánimo de lucro, sin embargo, las EdTech están comenzando a abrir nuevas oportunidades para el sector.

Concluyó que la tecnología es una habilitante fundamental en esa aspiración que tiene el Gobierno de que seamos una sociedad del conocimiento, pero para ello, se requiere trabajar en la competitividad y comprender la transformación digital más que como un check list.

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