Embraer apuesta por el mercado de jets ejecutivos

El crecimiento del país proyectado para 2015, a pesar de la desaceleración de la economía, es visto con buenas perspectivas desde Brasil, en donde esta semana los análisis de los principales bancos no descartaron una recesión. El mercado de jets ejecutivos en Colombia es al que le apuntan las hélices de la firma.

Según explican, al interior de la compañía creen que el país será uno de los mercados más destacados para la aviación ejecutiva en América Latina. Aunque no tienen un dato preciso, esperan que aumente su flota con compras de aeronaves nuevas y usadas. En la actualidad, Colombia está en la sexta posición de Latinoamérica en la cantidad de jets ejecutivos con cerca de 50 aeronaves. Además, ya le ha realizado cartas de intención de compra a Embraer para obtener el nuevo KC 390 de su línea de defensa y seguridad.

La fábrica, ubicada a 89,7 kilómetros de Sao Paulo y en la que se podrían construir 600 canchas de fútbol, está rodeada de secretismo. Las visitas están restringidas y, cuando se dan, tomar fotografías tiene impedimentos. Y no es para más. La empresa tiene 16,2% de participación en el mercado global de todas las aeronaves entregadas en 2014 y al final del segundo trimestre de este año alcanzó una cartera de pedidos récord de US$ 22.500 millones con contratos en China, Estados Unidos y Brasil. La receta para cocinar estos números no puede ser pública.

Durante 2014, la entrega de jets ejecutivos de todos los fabricantes llegaron a 722 unidades, un aumento de 6,5% respecto a las 678 que se entregaron 2013. En Colombia, el año pasado el mercado de aviación ejecutiva tuvo un crecimiento de 16%, casi tres veces el crecimiento global. Este escenario es el que busca potencializar Embraer, que espera que en los próximos diez años América Latina genere una demanda de 850 jets ejecutivos.

Cómo está organizada la planta de la firma
En otro hangar, el F412, el primero en la historia de la empresa y hoy dedicado a la aviación ejecutiva, se encuentran nueve aviones organizados en una fila que se va moviendo a medida que le van poniendo una nueva parte a la aeronave. Los últimos llegan solo con la estructura principal pero, a medida que se van moviendo, las alas y la cola empiezan a aparecer. En el hangar F220 están dándole los últimos retoques a los aviones comerciales, mientras que en el F30 se monta el embalaje final de las aeronaves.