“En Fruto Salvaje crecimos por encima de 20% en la pandemia por la digitalización”

La empresa colombiana Fruto Salvaje se dedica a crear productos para el cuidado capilar y corporal, principalmente de la población femenina. A base de productos con extractos 100% naturales, apoyada en estrategias que buscan impulsar el empoderamiento femenino, proyecta este año ventas por US$5,5 millones. Marcela Aristizábal, CEO y fundadora de la empresa que cumple 10 años, habla de sus planes de llegar a Europa.

¿Cómo nació Fruto Salvaje?

Esta idea nace porque me pusieron un sombrero con pegante en la cabeza, y me tocó salir amenazada del lugar donde yo vivía, y entonces llegué sola a Medellín. La soledad me llevó a investigar la composición química de las frutas para recuperar mi pelo. Desarrollé un producto en la universidad; empecé vendiendo 50 tratamientos y ahí mismo llegué a vender 300.

¿Cuántos empleados tienen y cuántos productos venden?

Tenemos productos para el cuidado corporal, capilar, todo en beneficio del cuidado del pelo; tenemos 150 empleos directos y e indirectos con el plan cosechadoras de flores, principalmente para mujeres cabeza de familia. Contamos con 700 mujeres aproximadamente.

¿Cuál es el producto estrella de ustedes?

El producto estrella de nosotros es un tratamiento a base de frutas, con el que nos conocieron. Empezamos con neveras de icopor y eran largas las filas en los hoteles para comprarnos el producto. Fue el primer producto capilar a base de frutas en el mundo.

¿Qué tanto ha crecido la marca?

En el año de la pandemia crecimos por encima de 20%, gracias a que nuestros canales de venta estaban digitalizados y nuestro fuerte eran las redes sociales y la página web. Actualmente, tenemos 21 tiendas en todo el país, principalmente en Medellín.

¿Qué tal ha sido su crecimiento en estos últimos seis meses?

Crecimos poquito, 3% debido al año anterior, y esto ha sido por la gran incertidumbre por lo que está sucediendo a nivel mundial. Ha sido complejo el crecimiento de este año.

¿A que países le apuntan a llegar ustedes?

En este momento estamos en México, en Estados Unidos, estamos empezando a hacer pinitos en Europa. Hay mujeres que se los llevan a China o Australia, pero ya no es directamente con nosotros.

¿Qué proyecciones tienen a futuro?

Una de las proyecciones más fuertes es que queremos seguir siendo tendencia. Queremos seguir posicionandonos como primeros en el mercado. Esperamos cerrar el año con ventas entre los US$5,5 millones y US$6 millones.

¿Qué reconocimientos han tenido ustedes?

Hace poco tuvimos un reconocimiento social por el Concejo de Medellín por trabajar con las mujeres. Un reconocimiento ambiental porque en el laboratorio trabajamos con paneles y muchas de las materias primas también las producimos nosotros a través de una economía sostenible y circular.