"En mi rol de director ofrezco disculpas, el evento no tuvo que ver con la maldad"
martes, 21 de octubre de 2025
David Escobar, director de Comfama, se pronunció tras la controversia por el Congreso de Brujería y expuso que el evento bien pudo llamarse Espiritualidad, Naturaleza y Ancestralidad.
Tras la polémica desatada a raíz del Congreso de Brujería organizado por Comfama, el director de la caja de compensación, David Escobar, ofreció disculpas y aseguró que el evento no tuvo nada que ver con maldad, como, quizás, lo imaginaron sus detractores.
"Luego de escuchar todas las voces, quiero compartir este texto con algunos pensamientos y comentarios", dijo el director y, acto seguido, indicó que "los términos 'brujería', 'brujas' y 'amuletos', que tienen acepciones positivas en algunos espacios, asociados a la relación con la naturaleza, la espiritualidad o a historias de mujeres sabias y poderosas, no se entienden igual en algunos otros sectores. Para ellos, estos mismos términos hablan de maldad y de daño a las personas".
"Un proyecto cultural como el nuestro, que busca que los colombianos nos reconozcamos en la diferencia, aprendamos a convivir en paz y ampliemos nuestros horizontes intelectuales, existenciales y estéticos, no tendría que usar palabras que dividen y polarizan de esta manera. Por esto y por las consecuencias que trajo, ofrezco, personalmente en mi rol de director y en nombre de nuestro equipo directivo, mil disculpas. El encuentro podría haberse llamado 'Espiritualidad, naturaleza y ancestralidad', para poner un solo ejemplo, porque eso fue realmente de lo que se habló y lo que ocurrió", añadió.
En su carta, detalló que "el evento no tuvo nada que ver con la maldad. Quienes asistieron no encontraron nada de lo que suponían las personas que se quejaron. El evento en el espacio público fue, realmente, una feria popular. En el componente cultural tuvimos música del Pacífico, algunos cantautores y al coro polifónico de Medellín interpretando música sacra, entre otros".
"En las conferencias y conversaciones se escuchó hablar de la cocina como ritual familiar y comunitario; de cómo a las mujeres en otras épocas se las quemó supuestamente por 'brujas' cuando realmente tenían una profunda y sabia conexión con la naturaleza; de la 'magia' del lenguaje; de las prácticas espirituales de las comunidades afrocolombianas e indígenas; del papel de las mujeres en las sociedades tradicionales y de cómo en toda cultura hay rituales para celebrar los momentos importantes de individuos, familias y comunidades. Quienes fueron al Claustro encontraron un espacio bello, familiar, con arte, conversación y mucho amor, como todo lo que hace Comfama", expuso el director.
A lo largo de su misiva, tal como lo hizo en primera instancia, defendió la importancia de visibilizar la la multiculturalidad que posee Colombia y avanzar en la construcción de confianza entre la ciudadanía: "Por esto, son necesarios proyectos culturales como el de esta Institución, que busca exponernos a ideas, saberes y artes de todos los rincones del mundo".
"¿No creen ustedes que ante una polémica como esta perdemos todos si solo nos maltratamos con apelativos como 'herejes demoníacos', de un lado, y 'camanduleros retrógrados' del otro? ¿No será esta una oportunidad para reflexionar sobre cómo queremos tratarnos?", cuestionó.
Más abajo en su escrito, mencionó que quería "compartir algunos aprendizajes que Comfama ha recogido esta semana. Cuando vayamos a hablar de un tema incómodo o controversial, debemos enmarcarlo adecuadamente y explicar con el mayor cuidado posible".
"Nos toca elegir muy bien nuestras palabras, porque el lenguaje tiende puentes o abre abismos. Debemos procurar que en los diálogos haya múltiples miradas, así la gente podrá apreciar todas las dimensiones de un asunto y sacar sus propias conclusiones. Será clave seguir acudiendo a expertos y académicos para que acompañen estos procesos. Adicionalmente, las sabidurías popular y tradicional deben mantener un buen espacio en todo proyecto cultural. Seguimos en la reflexión", subrayó
Y puntualizó: "Para despedirme quisiera, finalmente, agradecer. A los críticos porque nos mantienen en constante aprendizaje. A los amigos y aliados por cada uno de sus gestos de cariño. A mis colegas de Comfama, una comunidad de idealistas que se levanta cada mañana a cambiar el mundo 'desde su banquito', por su labor y por su persistencia; creo en su capacidad, compromiso y bondad. El trabajo que hacemos, no lo duden jamás, es hermoso, fundamental y necesario.