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Energía temporal y el Niño

Ana Amicarella

En ese sentido, una de las preocupaciones y de los retos más críticos de cualquier país en la actualidad, es mantener el suministro de energía para asegurar el normal desarrollo de sus actividades, pues causas ajenas al control de los gobiernos, como fenómenos naturales (por ejemplo Fenómeno del Niño o tsunamis entre otros) amenazan la generación normal de energía obligando a racionamientos que pueden alterar la actividad industrial, empresarial y en general alterar el estilo de vida de toda la sociedad.

Sin embargo, como respuesta a este desafío, el mundo ya cuenta con una solución altamente eficaz para asegurar la generación de energía en gran escala, mediana y pequeña, como complemento a la actividad de las centrales eléctricas, en las cantidades requeridas en cualquier lugar. Se trata de la energía temporal, una solución modular y escalable, con suficiente capacidad para energizar ciudades enteras en tiempos récord, operada a través de centrales de generadores a base de gas o diésel, la cual proporciona energía adicional por un periodo determinado o indefinido de tiempo para contribuir a estabilizar la demanda de generación y la distribución cuando las fuentes de alimentación son insuficientes.

Esta solución es la alternativa utilizada hoy en diferentes partes del mundo gracias a su eficacia y facilidad. Funciona a partir de un diseño modular en el cual los equipos se movilizan en contenedores de 20 pies que se adaptan a cualquier tipo de clima o lugar, garantizando el flujo, logrando eficiencia en el consumo y posibilitando ahorros importantes. El proveedor (Aggreko en nuestro caso) renta los equipos por un periodo corto o indeterminado de tiempo según la necesidad, y se encarga de todo el servicio que va con ello desde la movilización, la instalación y puesta en marcha de la solución de manera rápida, efectiva y económica, hasta la operación 24/7/365 y el mantenimiento del proyecto.

Panamá ya hizo uso de esta solución en el 2014, para evitar un déficit de energía debido a la falta de lluvias y bajos niveles de agua en los embalses hidroeléctricos. Para el Gobierno de ese país implementamos un proyecto de energía temporal inicial de 80 MW en 70 días y posteriormente se instalaron 24 MW adicionales para un total de 104 MW. Asimismo, en Japón, en cuestión de ocho semanas, pusimos en funcionamiento 200 MW para atender las consecuencias del tsunami.

En el caso de Colombia, la energía temporal es una alternativa y una oportunidad práctica, para evitar un posible desabastecimiento de energía por causa del fenómeno de El Niño. Con este tipo de solución es posible proporcionarle al país hasta 300MW o más de energía adicional. Su rápida implementación, agilidad y flexibilidad permite responder a las necesidades con la velocidad necesaria y la capacidad requerida. Esta solución funcionaría como apoyo a la red nacional de energía, a hidroeléctricas y a diversas industrias que mueven la economía del país, generando recursos adicionales confiables para superar la escasez si llegara a presentarse.