“Los pasivos que estamos reorganizando son de aproximadamente $4.500 millones”
martes, 18 de febrero de 2025

Carlos Esteban Villa, gerente general de Pastelería Santa Elena, reveló la situación financiera de la organización y los planes para reforzar las ventas en 2025
La Superintendencia de Sociedades aceptó el proceso de reorganización de la Pastelería Santa Elena; esta compañía atraviesa por una crisis en ventas y falta de recursos para honrar sus deudas.
En esa coyuntura, Carlos Esteban Villa, gerente de la organización, reveló los planes para superar la crisis y lo que le espera a una de las pastelerías más tradicionales de Colombia.
¿Cuál es la situación de Pastelería Santa Elena?
Aplicamos a la ley de reorganización empresarial. Tenemos varias razones sociales, pero en la parte de la fábrica es donde tenemos el proyecto, porque los almacenes o los que atienden a los clientes no están en esa figura.

Existe un problema de liquidez, por eso nos acogimos a esta medida, para fortalecernos, pero esto no es una liquidación, ni una quiebra.
Al estar afectada la fabricación, ¿no habría impacto en el resto de la cadena?
Se afectaría si no hubiéramos tomado la medida; esto lo hicimos antes de que la situación fuera peor, precisamente para no afectar los puntos de venta, ni el mercado, ni el empleo.
¿Entonces no habrá cierres de puntos de venta?
No estamos pensando en cerrar ningún punto, al contrario. Se pueden dar reubicaciones o traslados, pero no necesariamente por cierres.
¿Cuántos puntos tienen?
Contamos con 25, principalmente en Medellín con 12. También, estamos en Bogotá, Pereira, Montería y Barranquilla.
¿Las reubicaciones podrían darse entre ciudades?
No, sería un tema de ubicación en barrios o centros comerciales. No tenemos pensado irnos de ninguna ciudad y menos de Bogotá y Medellín, que son las principales.
Es más, si vemos la oportunidad en un buen punto de venta, podríamos adquirirlo. La idea no es cerrar, sino crecer. Para este año puede haber algunas negociaciones, pero no puedo adelantar cuáles porque son procesos que se están desarrollando.
La Supersociedades mencionó que el covid-19 los afectó, ¿pero qué otras causas hubo?
Tras la pandemia, hubo un pico de ventas, pero luego cayeron. No nos recuperamos de los esfuerzos financieros que hicimos en ella, donde las ventas cayeron 50%.
A pesar de que pasaron varios años, la compañía empezó a tener una pérdida acumulada, y esa es la que no hemos recuperado. Pero lo que más nos está afectando son los laborales, de impuestos y de materia prima.
¿Qué costos laborales fueron los que subieron?
Nos afectó la reducción de la jornada laboral. Cuando se tiene atención directa al público, se pagan más horas extras y recargos nocturnos. Estamos al día con todo, pero es un sobrecosto grande.
¿A cuánto ascienden sus deudas?
El pasivo que estamos reorganizando es $4.500 millones.
¿Cuánto estiman que podría durar la medida con la SuperSociedades?
Esperamos que sean pocos años, pero no tenemos todavía un horizonte claro porque dependemos de la disposición de los acreedores.
Lo que queremos es reubicar los puntos de venta a lugares con una mejor oportunidad. Deseamos actualizar nuestro portafolio, la idea es contar con uno más amplio y diversificar la oferta en los horarios de atención. Esperemos tener más opciones de consumo para las personas.