“Algo que vendemos a US$1, los asiáticos lo puedan estar vendiendo por US$0,40”
sábado, 5 de julio de 2025
Juan Carlos Duque, gerente general de Everfit, empresa que entró en liquidación, dijo que la expiración de contratos con clientes clave fue una razón para no recuperarse
La Superintendencia de Sociedades dio a conocer esta semana que la empresa textilera Everfit S.A., con más de 100 años de historia, solicitó la liquidación judicial tras ser consumida por las deudas.
En la solicitud presentada, la compañía reportó un activo total por $37.777 millones y pasivos por $31.416 millones con corte al 31 de mayo del presente año.
El gerente general de la compañía, Juan Carlos Duque, señaló a la difícil competencia asiática y la alta informalidad en el sector textil como las principales causas detrás de la decisión de cerrar las puertas.
¿Cuál fue la razón por la que decidieron liquidar Everfit?
La decisión fue llevada a la asamblea de socios de la compañía y buscamos todas las herramientas posibles para viabilizar la empresa: desde créditos nuevos, inyección de capital y búsqueda de nuevos socios.
Sin embargo, lastimosamente, durante todo este tiempo, nos afectó la salida de varios clientes importantes, más la presión de los acreedores que teníamos, y eso nos llevó que la conclusión inevitable era liquidarla, para evitar seguir desangrando la empresa, porque no le vimos en el horizonte inmediato posibilidad de enderezar la situación actual.
¿La competencia asiática fue un factor para cerrar el negocio?
Creo que estamos hablando no de cuánto les cuesta sino en cuánto lo venden, porque ahí está la diferencia con el dumping. Algo que vendemos en US$1, posiblemente ellos lo puedan estar vendiendo entre US$0,30 y US$0,40.
A esto se suma la informalidad, porque obviamente no tienen que asumir los costos que las empresas normales tenemos que asumir hoy en día.
¿Qué clientes estratégicos dejaron de comprarles?
La empresa en su momento decidió una reorientación estratégica en la propuesta de valor y se concentró en los clientes corporativos para lo que es uniformes, particularmente aerolíneas, hotelería, etc.
Latam, Avianca y Davivienda eran los clientes más importantes que tenía la empresa en su última etapa. Lastimosamente, la relación comercial con ellos terminó el año pasado y eso es parte de las razones por las que obviamente los ingresos que tenía la compañía se habían afectado dramáticamente.
¿Cuánto representaban estas compañías sobre el total de ingresos de Everfit?
Más de 70% de las ventas. Por ejemplo, nosotros vendimos US$17 millones el año pasado, de los cuales US$7 millones solo fueron comercializados directamente a Latam.
¿Por qué las compañías acabaron sus negocios con Everfit?
La relación venía siendo compleja, dado que estas empresas, cuando son tan grandes, manejan tiempos diferentes.
El ciclo de la caja del sector de la confección para poderles brindar todo lo que hay que brindarles es de alrededor de ocho meses. Y financiar ocho meses de dinero a una empresa tan grande en ese monto, para una compañía tan pequeña como Everfit, lo hace imposible.
Entonces, más que acabarla por el lado de ellos, nosotros tuvimos que poner las condiciones que considerábamos eran las que viabilizaban el negocio. Lastimosamente, no se acomodaban a las que se apuntaban impuestos a mantener, y por eso fue que llegamos a la conclusión de que era mejor terminar la operación con ellos.
¿Cómo se comportaron los acreedores de la compañía?
Tengo que reconocer que hay muchos acreedores que se han portado de una manera superpositiva y siempre han tenido puentes para sacarla adelante. Nosotros hemos sentido apoyo inclusive en los bancos que nos han dicho: ‘venga, sentémonos’ y lo hemos tratado de hacer’.
Pero cuando uno suma la totalidad de acreencias es donde tiene que buscar que haya un equilibrio en las negociaciones con todos, ahí es donde encontramos la dificultad.
¿Cuándo esperan poder finiquitar esta liquidación?
Nosotros ayer debimos recibir el auto de aceptación de la solicitud de la Supersociedades. La entidad debe estar nombrando un liquidador, seguramente, desde aquí a la próxima semana. Una vez tengamos el liquidador nombrado, él tomará posesión de los activos de la compañía y tendrá unos tiempos y normas a seguir por el juez natural, que es la Supersociedades, para aplicar toda la liquidación y cerrar absolutamente todos los contratos.
El liquidador debe estar llegando en una semana seguramente y hasta ese momento le entregaremos la compañía.
¿Ustedes acumulaban deudas con sus empleados?
No, nosotros tratamos de cumplir hasta el último día, la quincena del 30 de junio la cumplimos. Lastimosamente, no alcanzamos a pagar la prima de junio para ellos y eso será la única deuda que quede.
La presión nuestra de acreedores es más por el sector financiero y otros operativos. Pero con los empleados y pensionados siempre tratamos de mantenernos al día porque ha sido nuestra prioridad preservar esa relación con ellos.