“Perder la Vía Panamericana es perder totalmente la riqueza que tiene el país”

El norte del Cauca vive su momento más crítico de orden público en años. La carretera Panamericana, arteria clave que conecta al país con Ecuador, Perú y toda la logística del sur del continente, está en manos de grupos armados que secuestran, roban y extorsionan. El corredor está bajo presión permanente y las empresas, desde las más grandes hasta los pequeños productores, reportan afectaciones diarias.

En este contexto, la presidenta de la Cámara de Comercio de Cali, Ana Fernanda Muñoz, advierte que la estabilidad económica del suroccidente depende de garantizar la seguridad del corredor vial y de sostener a un sector empresarial que, aun bajo riesgo, mantiene en pie la economía regional.

¿Cómo describiría el estado de la inseguridad y cómo ha impactado al tejido empresarial?

La situación es crítica en cuanto a orden público. Y no es solamente en el norte; lastimosamente el norte suena mucho porque están las grandes industrias del Cauca, pero la situación en el sur está muy complicada. La mayor preocupación es la posibilidad de que perdamos la vía Panamericana.

Esa vía no es solo del departamento, es la columna vertebral de Colombia. Por allí se transporta producción a Ecuador, Perú y todo el mercado de América del Sur, además del abastecimiento de combustible, oxígeno para hospitales, y el gas domiciliario de Popayán hacia el sur. Perder la vía Panamericana es perder el país.

¿Qué ocurre con las cargas de café?

Somos el cuarto departamento productor de café y estamos exportando a más de 90 países. Se están robando las cargas sobre la vía, y este año se ha intensificado. Nuestro café es de alta calidad; el que te tomas en la sala VIP del Corte Inglés es de reincorporados de las Farc de Cajibío. Estamos en Corea, estuvimos en Osaka y en Shanghai. El riesgo económico es altísimo y el impacto cae sobre pequeños productores: familias con una o una hectárea y media que se asocian para exportar. No estamos hablando de grandes haciendas, sino de pequeños productores que están frenando el avance de la ilegalidad.

¿Qué otros sectores están siendo golpeados?

El Cauca aporta 1,78% del PIB del país. El primer rubro es gasto público. Pero tenemos industrias muy fuertes: la silletería de teatros en Sídney y de aviones que van a París se fabrica en Miranda; los marcos de ventanas de Arabia Saudita salen de Puerto Tejada; la exportación más fuerte de galletería está en Santander de Quilichao; y la producción de huevos que alimenta al suroccidente sale de Caloto. El sector industrial aporta 15% o 16% del PIB del Cauca. Pero el café ya está entrando como segundo renglón de exportación debajo del azúcar.

¿Hay estimaciones económicas?

Medimos bimensualmente el Imae. Con cifras a agosto, cuando Colombia creció 1,8%, el Cauca creció 2,8%, gracias a exportaciones de café y azúcar. Pero el índice de producción industrial empezó a caer porque las fábricas no pueden sacar productos o deben cerrar por orden público.

¿Han visto tendencias de formalización con las empresas?

Estamos viendo una respuesta interesante de la gente en formalización. Nuestro nivel de informalidad en Popayán es alto. En el Imae se miden matrículas nuevas de comercio y de restaurantes y alojamientos. En julio estaban bien; en agosto cayeron.

El turismo sí ha sido afectado por el orden público.