“En Afinia, más de 40% de nuestros clientes estrato uno no paga la factura de energía”

Grupo EPM es uno de los prestadores de servicios más importantes del país. De hecho, a través de su filial Afinia, continúan ampliando su cobertura en otras zonas del país, puntualmente en el Caribe.

Ricardo José Arango, gerente general de la compañía, habló acerca de diferentes aspectos y destacó su mejora operativa, aunque advirtió una crisis financiera y la importancia del apoyo de EPM.

¿Cómo se encuentra Afinia?

Afinia viene mejorando mucho la calidad del servicio. Hemos logrado avances de más de 60% frente a septiembre de 2020, producto de inversiones superiores a $3 billones. El mercado reconoce que hoy prestamos un mejor servicio en todos los territorios, aunque todavía hay necesidades y oportunidades de mejora que requieren más inversión.

¿Y en el aspecto financiero?

Estamos en una situación crítica. En mayo de este año recibimos un alivio parcial con el giro de subsidios de 2024, pero en 2025 no hemos recibido ni un peso. El Gobierno Nacional nos debe más de $540.000 millones en subsidios, y las entidades oficiales del orden nacional, departamental y municipal nos deben $370.000 millones. En total hablamos de cerca de $900.000 millones.

¿Los usuarios también tienen deudas con ustedes?

Sí, alrededor de 45% de los usuarios, que están en estrato uno, no paga el servicio, y en las zonas de subnormalidad eléctrica el recaudo apenas llega a 5%. Además, seguimos con una deuda de $1,28 billones por la opción tarifaria, que nunca se materializó a pesar del anuncio presidencial en mayo del año pasado.

¿Cómo sostienen la operación en este momento?

Solo gracias al apoyo directo del Grupo EPM. De no ser así, ya estaríamos en default y se habría materializado un riesgo sistémico de mercado. Pagamos alrededor de $350.000 millones mensuales a los generadores de energía, lo que exige un esfuerzo enorme.

¿Qué soluciones están buscando en este momento?

Estamos trabajando en dos soluciones estructurales. La primera está orientada en normalizar las zonas de subnormalidad eléctrica, que en nuestro caso son 544 barrios con 170.000 clientes. Para esto hemos presentado proyectos al Ministerio de Minas.

Y buscamos masificar el sistema de energía prepago, que permite a usuarios de bajos ingresos ajustar el consumo a su capacidad de pago diaria.

¿Cuántos clientes tienen en la modalidad prepago?

Empezamos este año con 1.000 y ya tenemos 8.500. La meta para fin de año es llegar a 20.000 usuarios. A más largo plazo esperamos masificarlo hasta alcanzar entre 500.000 y 600.000 personas en los próximos dos o tres años.

¿Qué beneficios tiene este sistema para los usuarios?

Les da acceso legal al servicio, les ayuda a consumir racionalmente y les permite pagar según sus ingresos.

Para la empresa, reduce pérdidas (que hoy están entre 28% y 29%, casi el doble del promedio nacional), mejora el recaudo y asegura recursos para seguir invirtiendo.

Sobre el proyecto de escisión en el Cesar, ¿en qué etapa está?

Ese mercado es muy complejo: las pérdidas llegan a 40% y el recaudo apenas a 62%. Por eso buscamos escindir el Cesar y algunos municipios del Magdalena y Bolívar. Estamos avanzados en el proyecto, pero faltan aprobaciones de la Creg y de la Superintendencia de Industria y Comercio. Esperamos materializarlo en algún momento del próximo año.