“En América Latina, los emprendedores no son suficientes pero por miedo al fracaso”

“Fall in love with the problem not the solution” es la frase que trae impresa la camiseta negra que junto a los jeans y unas viejas sandalias, componen el atuendo de Uri Levine. 58 años y emprendedor serial. Creador, entre muchas startups, de un “duocornio”: Waze, que vendió en 2013 a Google por US$1.150 millones y Moovit, vendida a Intel por US$1.000 millones.

Confiesa que siempre carga poco efectivo en su billetera y “lo que ves -señalando su cuerpo de pies a cabeza- es lo que soy”.

¿Cuál es el panorama general de las startups, de los emprendimientos globalmente?
Creo que las startups son las que están cambiando el mundo y esto es realmente importante de recordar. Mira las 10 principales empresas hoy. La mayoría de ellas fueron startups no hace mucho tiempo, ¿verdad? Entonces, si excluyes a Apple y Microsoft, que tienen 45 años, todos los demás tienen quizás unos 20 años o menos, y esto es absolutamente sorprendente, así que los emprendedores en las startups, cuando tienen éxito, están cambiando el mundo, y por eso necesitamos más emprendedores.

¿Cuál es diferenciador para que unos países tengan más emprendedores que otros?
Estuve aquí lanzando Waze en 2010 y en ese entonces no había unicornios en Colombia o en Brasil. Había uno en toda América Latina: Mercado Libre. Ahora hay unicornios en todos los diferentes países de la región. Y creo que el ecosistema está mejorando realmente y se está volviendo impresionante.

Hay cuatro pilares necesarios para un ecosistema de startups: emprendedores, inversionistas, ingenieros y experiencia. En general, en América Latina, los emprendedores no son suficientes y esto se debe a que el miedo al fracaso es alto. Diría aquí que es responsabilidad de los medios de comunicación reducir el miedo al fracaso al convertir a los emprendedores en héroes y contar sus historias de cómo están a punto de cambiar el mundo.

Los inversionistas dependen en gran medida de dos cosas, pero principalmente de regulaciones. El gobierno y las autoridades deben mejorar significativamente el entorno y la disponibilidad de financiamiento para los emprendedores, especialmente para los inversionistas extranjeros que deseen invertir.

¿Y talento humano?
En cuanto a los ingenieros, no hay suficientes. Esto tiene que ver con la educación, con la formación en el hogar y con los medios de comunicación. Todos deben alentar a más personas a estudiar ingeniería, ya que son quienes construyen cosas. Y la experiencia es el último elemento, y creo que estamos empezando a tener cada vez más experiencia en América Latina en general. Esta es una de las principales razones por las que escribí mi libro “Enamórate del problema, no de la solución”, que Steve Wozniak, el cofundador de Apple, llamó la biblia para emprendedores. Para ayudar a compartir mi experiencia y conocimiento y ayudarlos a tener más éxito.

¿Cómo los gobiernos deberían potenciar a emprendedores?
Primero, las regulaciones con respecto a los emprendedores. Si construyes una startup y fallas, no deberías tener ninguna responsabilidad fiscal o económica porque, de lo contrario, no vas a intentarlo, aumentas el miedo al fracaso. Las personas no van a intentarlo y si no lo hacen, no vamos a tener éxito.
Número dos, asegurarse de que los inversionistas extranjeros no paguen impuestos cuando invierten en una startup en Colombia. No sé cuál es la regulación, pero si soy un capital extranjero y estoy invirtiendo en una startup aquí, y resulta que ella tiene éxito y tengo que pagar altos impuestos, entonces no quiero invertir. Preferiría invertir en un lugar donde no tenga que hacerlo.

Número tres, para fomentar a los capitales extranjeros, es realmente crear un fondo gubernamental mixto con esos privados extranjeros para startups. Entonces, si eres una startup aquí y recaudas capital de capitales extranjeros, por cada dólar que recaudes como capital, el gobierno debería contribuir con otro dólar adicional o la cantidad que sea, para hacerlo mucho más atractivo para inversionistas.

Y cuatro: la ingeniería. El gobierno puede incentivar a las personas a estudiar ingeniería y tiene dos herramientas para hacerlo: impuestos y subsidios. Si reducen los impuestos para los ingenieros, terminarán con más personas que estudian ingeniería y creo que eso es necesario.

¿Por qué enamorarse del problema como dice su libro?
El viaje del emprendimiento se trata de la creación de valor y al final del día la forma más sencilla de crear valor es resolver un problema. Si quieres crear valor, comienza con un problema. Piensa en un problema, uno importante. Ve y habla con muchas de esas personas que crees que lo tienen y comprende su percepción sobre él. Solo entonces ve y construye una solución. Si sigues este camino, aumentas la probabilidad de tener éxito, y el problema servirá como la estrella del norte de tu viaje. Cuando tienes una estrella del norte, harás desviaciones más pequeñas, y cuando haces menos desviaciones, aumentas la probabilidad de tener éxito, pero también la historia que estás a punto de contar es mucho más convincente. Solo imagina que vine a Colombia en 2007, tuvimos esta entrevista y te digo que voy a construir un sistema de navegación basado en la colaboración de la inteligencia artificial. Tú dirías: “Oh, es muy interesante, pero no me importa”. Pero si te dijera que voy a ayudarte a evitar atascos de tráfico, entonces te importaría, y esto es cuando cuentas una historia sobre el problema y no sobre la solución.

¿Cuál es su visión sobre el fracaso?
Construir una startup es un viaje. Es un viaje que puedo describir en tres dimensiones. Es un viaje en montaña rusa con subidas y bajadas, mucho más que en cualquier otra industria que puedas imaginar. Es un viaje muy largo y es un viaje de fracasos. Estamos tratando de hacer algo nuevo que nadie ha hecho antes, y aunque creemos que sabemos exactamente lo que estamos haciendo, no lo sabemos. Así que intentamos una cosa y no funciona. Intentamos otra y tampoco. Seguimos intentando hasta encontrar la que sí funciona.
Ahora, una vez que te das cuenta de que este va a ser un viaje de fracasos, hay dos conclusiones inmediatas. La primera es que, si tienes miedo de fracasar, en realidad ya has fracasado porque no vas a intentarlo. Albert Einstein solía decir que si no has fallado es porque no has intentado cosas nuevas antes. Si vas a intentar cosas nuevas, vas a fallar.

La segunda es que quieres fracasar rápido porque cuando pruebas algo rápido, todavía tienes mucho tiempo y muchos recursos para intentar algo más. Entonces, tal vez una nueva versión, característica, estrategia de entrada al mercado o un nuevo modelo de negocio, todavía tienes tiempo para hacer más intentos, y cuantos más intentos hagas, aumentas la probabilidad de encontrar el que sí funciona.

Y me gustaría agregar dos cosas. Una es que el mayor enemigo de lo suficientemente bueno es la perfección. No necesitas ser perfecto para ganar en el mercado. Necesitas ser lo suficientemente bueno, y la forma en que lo logras es comenzar no siéndolo y hacer más iteraciones y más iteraciones hasta lograrlo.

La segunda es que tengo muchas startups, pero también tengo cinco hijos y hay una cosa que deseamos para nuestros hijos, queremos que sean felices. Para ayudarles a ser felices, necesitamos enseñarles a fracasar. Necesitamos animarles a fallar, porque cuando fallan y se levantan, se levantan más fuertes y aprenden que pueden experimentar cosas nuevas, que pueden explorar cosas nuevas y eventualmente encontrar aquello que les hace felices. Y eso es lo que queremos para ellos.

¿Aún hay espacio para ser disruptivo en un mercado que parece saturado?
Comenzamos Waze hace 15 años. La primera versión de Waze se ejecutaba en una PDA (Asistente Personal Digital) Recuerdo que hace mucho tiempo eran los dinosaurios y luego las PDA y luego la fuente de Nokia, y ahora todos tenemos iPhone y Android. Así de rápido está cambiando el mundo y si miras a las 10 principales empresas del mundo hoy y te preguntas cuál de ellas estará en las 10 principales dentro de 10 años, en 2033, la respuesta es: No lo sabemos, pero solo cinco. No sabemos cuál de ellas.

La pregunta más interesante es cuáles empresas ocuparán su lugar en las 10 principales. Algunos de esos nombres ni siquiera los hemos escuchado todavía. Así de rápido está cambiando el mundo y así de muchas más disrupciones están por venir porque cada vez que pensamos que así es como deben hacerse las cosas, todo cambia.

Hace 15 años solíamos conducir con mapas en papel y hoy todos usan una aplicación. Hace 15 años no había Uber, Facebook ni Netflix. No había WhatsApp. No había tantas cosas y lo miras y dices que el mundo ha cambiado. ¿Es un mundo mejor hoy? En general sí, de lo contrario, volveríamos al anterior.

Lo más importante acerca de la disrupción es que cambia el equilibrio del mercado. El nuevo equilibrio, el nuevo mercado, es mucho mejor que el anterior y por lo tanto, la oportunidad es mucho mayor que la amenaza, y si lo pensamos de esta manera, es probable que cambiemos el mundo y lo hagamos un lugar mejor. Los disruptores son siempre recién llegados. Estos son los emprendedores. Estos son los que no tienen nada que perder y adoptan un enfoque diferente para un mercado, un problema o algo que les permite cambiar el mundo.