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Extranjeros están más interesados en aprender de café

Paula Delgado

A los esfuerzos de actores públicos y privados por incentivar el consumo de la bebida nacional a través de campañas de educación se sumó la marca premium Café San Alberto.

A través de su programa ‘bautizo cafetero’ han despertado interés en los consumidores por aprender más sobre el proceso al que se somete el grano hasta prepararse como infusión.

Sin embargo, la acogida continúa presentándose con más fuerza en los extranjeros. Es así que 85% de las personas que se acercan a vivir esta experiencia de cata son foráneos.

Gustavo Villota, vocero de la compañía y especialista en productos sofisticados, explicó que el ejercicio que patrocinan “busca hacer entender al consumidor la gran diferencia que hay entre cafés premium y otros que se consiguen en el mercado”.

Durante el recorrido sensorial se pretende que se agudice la percepción olfativa y gustativa del asistente para que comience a cuestionarse sobre las variedades que consume.

Café San Alberto se inspiró en los viñedos tradicionales donde existe la posibilidad de tomarse una copa de vino elaborado con las uvas que se recogen de plantaciones propias.

Por eso en 2007 abrieron una finca en Buenavista (Quindío) que además de producir es un espacio de consumo y desde entonces han vivido el auge internacional del grano a través del turismo.

El nivel de calidad de este café, logrado bajo un riguroso proceso de quíntuple selección, lo hizo merecedor del máximo reconocimiento del Instituto Internacional del Sabor y la Calidad (ITQI): tres medallas de oro al sabor superior que se suman al mismo título obtenido el año pasado.

En ese compromiso con la consolidación de una mayor cultura cafetera los bautizos no solo tienen lugar en Quindío sino que Café San Alberto también lleva la experiencia a sofisticados salones en todo el país convocando grupos que van de dos hasta 170 personas.