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Fabricantes de jabones y detergentes deben acatar límite de 3% de fósforo

Jesús Mesa Mosquera

El objetivo de esta ley, que fue promulgada el pasado 3 de mayo, es el regular el contenido de fósforo en detergentes y jabones  para que sea menor o igual a 3%. De hecho, el Gobierno aspira a que en enero de 2018, el valor máximo definido será de 0,65%. Estos plazos le darán tiempo suficiente a los fabricantes y distribuidores para adaptarse a la nueva legislación.

Según el Ministerio de Ambiente, esta medida se debe a los lineamientos que debe cumplir el país para entrar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde)  y como cumplimiento a una de las órdenes que impuso la sentencia del Río Bogotá, que ampara los derechos colectivos a un ambiente sano.

De acuerdo con el Ministerio, estos compuestos químicos no son biodegradables y generan efectos tóxicos, provocando formación de espumas que limitan el flujo de oxígeno y los procesos de biodegradación, así como deterioro de la calidad paisajística de los cuerpos de agua.

Dentro de las obligaciones que la resolución impone a los fabricantes están la de limitar el nivel de fósforo y el garantizar que los productos sean biodegradables. Para ello, el Ministerio exige que todos los productos deberán cumplir con un porcentaje mínimo de biodegrabilidad, que será medida por una norma técnica colombiana.

Además, las empresas que fabriquen, importen o comercialicen jabones y detergentes  deben informar a la Autoridad Nacional de  Licencias Ambientales (Anla) el nombre del productor o importador, nombre del producto, nombre del distribuidor, zonas de comercialización y forma de presentación. Tanto el Invima como la Anla podrán tomar muestras para controlar los niveles de fósforo y garantizar  el cumplimiento de la resolución.

Por otra parte, para aquellas empresas que tengan en su inventario productos que superen el límite establecido, el Ministerio permite que  puedan ser distribuidos hasta noviembre de 2017, cuando se cumple un año de vigencia de la ley.

Con esta medida, el país se une a la Unión Europea y otros mercados en donde se ha regulado el nivel de fósforo en detergentes y jabones por el impacto negativo que tiene sobre el agua potable y el medio ambiente.