Firmas de moda se abren camino en Europa con diseños y manufacturas autóctonas
martes, 30 de agosto de 2022
Un ejemplo de esto es Chirimoya, que llevan seis años en el mercado creando piezas en colaboración con artesanos colombianos
La industria de la moda colombiana está creciendo, y no solo lo hace nacionalmente. Su crecimiento en territorios internacionales es cada vez mayor. El Instituto de Exportación de la Moda (Inexmoda) aseguró que las ventas de textiles y confecciones el año pasado se situaron en $27,7 billones, 21% más que en 2020, mientras que el gasto en moda fue de 2,39 billones, 8,9% más que lo registrado en enero de 2021.
El valor de lo artesanal ha sido un impulso a un país para el que la manufactura ha sido un eje. Empresas de moda cada vez le apuestan más a lo autóctono y a la creación de piezas propias. En 2021, el sector textil y confecciones de Colombia representó 7,7% del PIB total y como parte de la industria manufacturera se estima que generó cerca de 610.889 empleos, esto es 2,5% a nivel nacional. Más de 1.296 empresas del sector de confecciones registraron exportaciones hacia el mundo llegando a 104 países, de las cuales 842 empresas exportaron con valores superiores a US$10.000.
Las exportaciones de la cadena de sistema moda en el 2021 mostraron un crecimiento de 47%, tanto en valor como en volumen, al llegar a US$1.001 millones, siendo la cifra de exportaciones más alta de los últimos cinco años. Adicionalmente, entre enero y junio de este año, estas ventas llegaron a US$523,5 millones, con un aumento de 22% frente al mismo lapso de 2021.
Un ejemplo de esto es Chirimoya. Una compañía colombo-austriaca creada en el 2016 en Ibagué. Llevan seis años en el mercado creando piezas en colaboración con artesanos colombianos. Su objetivo es proyectarse como una casa de modas competente en diferentes escenarios dentro y fuera del país.
Austria fue la razón que unió los caminos del diseñador ibaguereño John Bocanegra y del inversionista austriaco Helmut Schuster, lo cual dio como fruto en 2017 la creación de la compañía Chirimoya. El primero tuvo el sueño de tener su propia línea de ropa y el segundo de crear la camiseta perfecta, dado que había sido competidor de natación y no encontraba una prenda que llenara sus expectativas.
Dentro de esa propuesta ha llevado creaciones de Bocanegra en tiendas multimarca de Londres, las cuales se crean en la capital del Tolima y se fabrican en Bogotá. La compañía planea tener una línea infantil, llegar a Austria, Suiza, Alemania, Estados Unidos y Japón, e incrementar sus ventas en el exterior a través del e-commerce en el corto plazo.
Los diseños exploran las técnicas antiguas de las tribus andina en un contexto de lujo al combinar el patrimonio cultural de las dos ciudades en las que había vivido Bocanegra: Ibagué y Viena, ciudad que lo acogió desde los 11 años tras abandonar Colombia a causa del conflicto armado.
“Ya estamos vendiendo nuestras camisetas desde junio de este año en algunas tiendas multimarca de Londres, las cuales tienen pequeños detalles del trabajo que se hizo con los artesanos Guamo de Tolima y los Mola de Guanadule en Urabá, Antioquia. Le apuntamos a un nicho de consumo con poder adquisitivo relativamente alto, ya que creemos firmemente en el “slow fashion”, es decir la moda responsable. A diferencia del “fast fashion”, nuestras prendas tienen precios que permiten a los artesanos vivir una vida digna”, detalló Yvonne Rieser, CEO y socia de Chirimoya en Colombia.
Desde US$85 se comercializan las camisetas, que son complementadas con un portafolio que incluye pantalones. El algodón pima es el material con el que se fabrican alrededor de 1.000 a 1.500 piezas.
Twinkie es la empresa asociada de Chirimoya encargada de la confección de los diseños. La mayoría son hechos por mujeres cabeza de hogar y jóvenes.
La sede de Chirimoya en Londres ha tenido el apoyo de ProColombia. Algunos de los incentivos han sido el suministro de información sobre incentivos de inversión en Colombia, envío de oferta de empresas colombianas para productos complementarios e insumos para la elaboración de su colección, y acompañamiento en el lanzamiento de la marca en Londres.
Otro caso es el de Uaia, marca de moda sostenible inspirada en la cultura y tradición. Su enfoque es la fabricación de bolsos y accesorios hechos a mano y 100% artesanales en materiales vegetales. Gracias a la colaboración de sus productos con la marca Tous están ad-portas de realizar su primer despacho internacional.
Como parte del apoyo con comunidades, la empresa trabaja directamente con los artesanos de Atlántico, que han capacitado para desarrollar diseños propios de la empresa.
Flor de Cali, es una empresa exportadora de mochilas indígenas, que llegó a Polonia a las tiendas de Biedronka.