Solo hay 84 predios que aún se encuentran en proceso de negociación para el Metro

Nadie sabe exactamente cuándo será la última fiesta en la discoteca Kaputt. Este edificio de aspecto industrial que ocupa la Calle 72A con Avenida Caracas se convertirá en los próximos años en parte de una estación de la Línea 1 del Metro de Bogotá. Los impulsores de este negocio -el grupo Sector 9- se enteraron de que su predio era requerido para esta infraestructura después de haber invertido más de $4.000 millones en su adecuación. Este es el último año para acordar su salida con el principal proyecto de infraestructura de la capital.

Solo hay 84 predios que todavía se encuentran en proceso de negociación. En 2023, la Empresa Metro de Bogotá (EMB) terminará de adquirir los 1.427 predios que necesita para construir la Línea 1, ya sea mediante un acuerdo de compra o por expropiación. Ya ha expedido ofertas de compra a 97,3% de los 1.427 predios que necesita el proyecto. Además, 83% cuenta con promesa de compraventa suscritas y se ha recibido 93,8% del total de predios, de los cuales se han demolido 1.206, correspondientes a 84,5%.

EMB proyecta invertir alrededor de $1 billón en la compra de predios. No obstante, no todos están de acuerdo con las ofertas de la entidad. El director de Kaputt, Felipe Rodríguez, explica que ni ellos ni el propietario del edificio han llegado todavía a un acuerdo con la entidad. En su caso, el principal punto de fricción es que “no quieren pagar la relocalización, que en nuestro caso implica refuerzos metálicos, aislamiento sonoro, equipos de luces, etc -, que es lo que deben ofrecer a los arrendatarios. No queremos estorbar ningún proceso y que somos creyentes de los procesos de renovación urbana, solamente necesitamos salir de esta coyuntura con los recursos y el tiempo para dar el salto a una nueva locación que nos permita seguir operando”.

Rodríguez asegura que esa falta de claridad en los tiempos ha frenado posibles inversiones en el negocio. Las recientes conversaciones entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Bogotá sobre posibles cambios en el proyecto no han hecho más que sumar a la incertidumbre.

Tulio Murillo, dueño de la tienda Distribuidora El Ganadero y del bar Punto Clave, al otro lado de la Avenida Caracas, señala que recibió la notificación de expropiación en noviembre, y que tuvo que buscar una alternativa en cuestión de semanas. “El predio vale $3.000 millones. Solo nos van a pagar $820 millones. Este fin de semana ya nos obligaron a desalojar”, dijo.

Otras de las empresas que se han visto envueltas son Panamericana y Agrocampo.