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Industria Licorera de Caldas ha tenido cinco gerentes generales en dos años

Teresita Celis

Argumentando motivos personales, el gerente de la Industria Licorera de Caldas (ILC), Bruno Seidel, le presentó el pasado lunes al gobernador de Caldas, Julián Gutiérrez, su renuncia irrevocable al cargo en el que tan solo duró seis meses.

Seidel, quien fue presentado como la ‘salvación’ que necesitaba la licorera para salir de la crisis financiera que la agobia desde hace varios años, se suma a un anti-récord que lleva a cuestas la firma: con él son cinco gerentes, entre ellos uno en calidad de encargado, que acumula la destilería en los últimos dos años. Esto señala que la ILC ha tenido en ese tiempo un gerente cada 4,8 meses.

Y aunque el motivo dado en la carta de renuncia fue de índole personal, a este se sumó la grave situación de la licorera que conjuga problemas coyunturales y estructurales históricos, confirmados por una auditoría externa.

En 2013 la ILC dejó pérdidas por un poco más de $4.000 millones, un saldo en rojo que no se veía en la empresa hace muchos años. Pero además de las pérdidas, la firma está inmersa en un cúmulo de irregularidades e inconsistencias de procesos internos, que llevó al Gobernador de Caldas a anunciar un plan de choque para decidir el futuro de la firma. Seidel deja la licorera el próximo 30 de abril, pero hará una rendición de cuentas este martes.