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“Inseguridad personal en Caracas nos hizo invertir en Bogotá”

Salud Hernández Mora

Acaban de abrir “Nolita” en la milla de oro bogotana -la carrera 13 con 85-, donde se concentran locales de moda y dos hoteles de lujo.

Pero los venezolanos Pedro Emilio Coll y su socio, Horacio Pérez, no aterrizaron en Colombia huyendo del atosigante chavismo - en Caracas mantienen sus reconocidos restaurantes Mokambo y Antigua, entre otros negocios-, sino huyendo de la inseguridad ciudadana y atraídos por la revolución gastronómica que vive Bogotá.

¿Qué harán si vuelve a ganar Chávez el domingo, aparte de llorar?
Adoramos Venezuela y tenemos proyectos que continúan allá, adaptados a la realidad que estamos viviendo, con las cosas buenas y malas. De ganar Chávez, como empresarios, seguimos con nuestros negocios y con una proyección en Bogotá.

¿No creen que si no vence en las urnas, se robará las elecciones?
Esa es la gran incógnita para mucha gente, porque el gobierno tiene toda la maquinaria, controla el CNE. Pero en las anteriores elecciones la oposición ha logrado establecer ciertas estructuras para el control del voto y el gobierno ha respetado los resultados.

¿Si gana Capriles, temen violencia de los chavistas?
Hay que ver qué va a pasar y no sabemos la reacción de la gente que ha apoyado el gobierno por tanto tiempo. El pensar de la oposición es no a la violencia siempre.

¿Cómo se han librado hasta ahora del “Exprópiese”? Porque la clientela de su restaurantes en Venezuela no son los chavistas.
Como restauranteros atendemos a todos los públicos, chavistas y no chavistas, hoy en día uno no hace distinción, y nos hemos defendido haciendo bien nuestro trabajo. En el 2002 hubo diferencias muy marcadas que hicieron mucho daño. Del 2003 hacia acá, los venezolanos hemos aprendido a respetarnos, no hay la misma pugna del 2002, que no era nada sana.

¿Son parte del éxodo de venezolanos que quieren tener un pie afuera por si acaso o invirtieron en Colombia porque hay buenas oportunidades de negocio?
Colombia tiene ahora un potencial increíble, con estabilidad política y económica, una industria fuerte. Tenemos más proyectos para Colombia pero también en Venezuela, no es que no pensemos regresar. Fue la inseguridad personal en Caracas lo que nos hizo diversificar el negocio. Como grupo gastronómico dijimos, vamos a explorar en Latinoamérica y empezamos por Bogotá.

Es irónico que vinieran a Colombia por inseguridad en su país
La rueda tomó otro giro. Antes Venezuela era un país muy seguro y ahora no lo es; y en Colombia la gente toma carretera por todos lados, uno camina por la calle muy tranquilamente. En Venezuela se vive mucha inseguridad personal.

¿Qué busca el ejecutivo  cuando sale a un restaurante?
Es una combinación, un espacio agradable, diferente, buena comida, buen servicio y, lógicamente, la gente siempre quiere ver y dejarse ver.

Todo el mundo se queja de que Bogotá se ha vuelto cara
Está costosa por el momento que viven, en particular la finca raíz. Pero en nuestros restaurantes hemos jugado a ofrecer una relación precio-calidad muy buena. El cliente sabe que no va a comer barato, pero comparado con el sitio y el nivel gastronómico, siente que es excelente esa relación.

¿En cuánto tiempo esperan alcanzar el break even?
El retorno, en un promedio de  3 años y medio. La inversión es para un mínimo de 8 años, aunque hacemos negocio con el propósito de que duren toda la vida. Para montar “Nolita” vinimos el grupo Mocambo de Venezuela y participaron inversionistas colombianos y otros venezolanos.

¿Ampliarán su presencia en Colombia?
Sí, tenemos otro proyecto que será para el año que viene.

¿Es cierto que el colombiano mira al venezolano por encima del hombro?
La emigración venezolana, como ha sido de alto nivel, inversionista, gente que ha venido a aportar a la economía colombiana, por lo que hemos sentido, el bogotano lo ha reconocido y la respuesta que hemos tenido ha sido muy respetuosa.

¿Piensa que en Colombia sería posible un Presidente estilo Chávez?
No creo.