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Investigaciones científicas sobreviven con solo $400.000 anuales

María Alejandra Solano Vargas

Pensar que en Colombia existen dos estudiantes de colegio que podrían crear un programa gráfico que incluya funciones de la física para que un ‘gamer’ tenga que utilizar la misma fuerza que en la vida real cuando destruya un árbol, parece algo absurdo.

En Colombia existen, pero varios de estos mini-científicos tienen que sobrevivir con $400.000 anuales y unas cuantas donaciones para adelantar sus investigaciones.

Juan Quintero y David Restrepo son los creadores de programa de videojuegos y sobresalieron en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel (ISEF), en donde participaron con estudiantes de más de 70 países en la ciudad de Los Ángeles, California. A estos dos jóvenes antioqueños, el Gobierno les donó un computador de $2 millones para crear un motor gráfico de videojuegos, en un entorno en donde deberían trabajar con un equipo de por los menos $15 millones.

Lo mismo le paso a Tatiana Arredondo, Sara González y Katherine Garcés, quienes encontraron una forma de reciclar las botellas utilizándolas para la creación de concreto. Hace un año, estas estudiantes tuvieron que sufrir para que el Estado colombiano les entregara $400.000 anuales, destinados a su proyecto de investigación. “Eso solo alcanza para hacer el cartel que hay que llevar a las ferias de ciencia” dice Arredondo. Todas están de acuerdo en que de no ser por el apoyo que les brindó Argos, no podrían haber ido al evento.

Según el Banco Mundial, en países de la región como Brasil se invierte en investigación 1,16% del Producto Interno Bruto (PIB), Argentina (0,62%) México (0,48%). Mientras que en Colombia, la inversión es cercana a 0,2% del PIB.

“La verdad es que la ciencia básica no ha sido apreciada en el país, no se entiende la importancia de la ciencia básica y por tanto no tiene el apoyo correspondiente” decía Moisés Wasserman, profesor emérito de la Universidad Nacional de Colombia.