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Isagen acelerará las obras de la central en Amoyá para evitar sanciones de la Creg

Colprensa

Aunque no lo demuestre, el gerente general de Isagen, Luis Fernando Rico Pinzón, se debate entre dos sentimientos opuestos con relación a su empresa. Por una parte, le emociona que la tercera generadora de electricidad del país (57,66 % es propiedad del Estado) haya obtenido en 2011 la mayor generación de energía de su historia.

Esto incrementó en 15% sus ingresos, hasta $1,68 billones, con unas utilidades netas que crecieron 17% y cerraron en $479.112 millones. De hecho, hoy Isagen vende la energía que atiende el 19% de la demanda total del país con cinco centrales (una de ellas térmica, las demás hídricas) en Antioquia, Caldas y Santander.

No obstante, por otro lado, Rico Pinzón tiene la preocupación natural de concluir las obras de la central hidroeléctrica Amoyá, en el sur del Tolima. El proyecto debe entrar en operación con sus 80 megavatios de capacidad instalada en diciembre de este año. De no ser así, se harán efectivas las pólizas de cumplimiento que cobrará la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg).

Así se podría repetir, a menor escala, la historia que ya vivió Empresas Públicas de Medellín (EPM) con su central Porce IV, que está suspendida. Entre tanto, la guerrilla sigue torpedeando el proyecto en el municipio de Chaparral.

Pese a estos obstáculos, Rico Pinzón se mostró confiado de que los cronogramas se cumplan a cabalidad.