Industria

KikKat, la idea que nació en un buzón de sugerencias y se vende en más de 80 países

Nació en 1935 como un producto económico para que los trabajadores pudieran comer como snack y compartirlo entre ellos

Cronista - Buenos Aires

A fines del siglo XVII, un grupo de intelectuales de diversos rubros se reunían en una taberna en Londres. Ahí no solo hablaban de literatura sino que también se cocinaba un movimiento contra el rey Jacobo II. Mientras debatían, el dueño del local, Christopher Catt, servía sus clásicos pasteles de cordero apodados "Kit Cats", que también le darían nombre al club.

Así lo cuenta John Heneage Jesse en su libro "Londres y sus celebridades" publicado en 1870. Muchos años después, más precisamente, en 1911, los ejecutivos de la empresa Rowntree, dedicaba a la producción de dulces y confituras, registraron el nombre Kit Kat sin tener una idea clara de cuándo lo usarían. Hoy, esa marca representa el principal negocio de Nestlé, su actual dueña, se consumen 540 obleas individuales por segundo a nivel mundial

Un negocio en el buzón

Rowntree ocupaba un lugar importante dentro de la industria chocolatera del Reino Unido, sin embargo, en los años 20, el protagonista era Cadbury con su barra de chocolate Dairy Milk. Entonces la firma con sede en York decidió armar un grupo de trabajo dedicado a crear un producto capaz de arrebatarle el trono. Y uno de los integrantes de ese team era George Harris, director de marketing de la compañía.

El KitKat apareció en el mercado en 1935 como Rowntree's Chocolate Crisp/Cronista

El objetivo era lanzar una barra de chocolate que pudiera hacerle frente a Dairy Milk. Sin embargo, un comentario que recibieron de parte de un obrero de Rowntree en el buzón de sugerencias los hizo recalcular. Él pedía una golosina económica, que pudiera llevar a su trabajo y compartirla y que, además, sirviera como snack.

Entonces decidieron cambiar la barra de chocolate por una oblea para abaratar costos. Crearon un bloque conformado por cuatro bastones, llamados "dedos" (fingers, en inglés), que pudieran partirse y ser consumidos de manera individual. Así fue que, en 1935, lanzaron al mercado el Rowntree's Chocolate Crisp con su envoltorio rojo.

Un año y medio después, Harris decidió sacar del baúl aquel nombre que la compañía había registrado hace más de dos décadas y cambió Chocolate Crisp por Kit Kat. A la primera versión de chocolate con leche le sumaron una segunda de chocolate negro cuando, durante la Segunda Guerra Mundial, se cortó el suministro de leche entera.

El snack fue ganando popularidad a partir del boca a boca y posicionó a Rowntree dentro de la industria. No obstante, la empresa empezó a invertir para promocionar el producto recién una vez finalizado el conflicto bélico. En 1958 lanzaron su ahora clásico slogan "Have a break, have a Kit Kat" (tomate un descanso, comete un Kit Kat) y dos años después presentan la versión más pequeña con solo dos tabletas.

Snack para el recreo

El KitKat fue conquistando el mercado europeo, pero todavía no había puesto un pie en los Estados Unidos. Para esto, Rowntree se asoció con Hershey's y acordó darle la licencia para que produzca y venda la marca en dicho país a partir de 1969. Cuando Nestlé adquirió Rowntree en 1988 decidió continuar con esta alianza, aunque estableció una condición. Si Hershey's se vendía a uno de sus competidores, la firma suiza recuperaba la etiqueta. Ya bajo el mando de Nestlé, KitKat se expandió a Europa central y oriental, Asia y América latina.

Hoy, es uno de los negocios core de Nestlé en la actualidad. En 2019 le reportó ingresos por 1.000 millones de francos suizos y se venden cerca de 17.600 millones de "dedos" por año en el mundo.

Tu forma me suena

Más allá de su popularidad a nivel mundial, en 2018 la marca enfrentó un duro revés cuando perdió una batalla legal para registrar su forma distintiva en la Unión Europea. Nestlé aplicó por una patente ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea en 2012 y le otorgaron un permiso por cuatro años. Sin embargo, Cadbury Schweppes (hoy Mondelez) apeló ya que contaba con un producto, Kvikk Lunsj, cuya apariencia era muy similar al KitKat y había salido al mercado en 1937.

Después de varias idas y vueltas, un juzgado le solicitó a Nestlé que probara que KitKat había "adquirido un carácter distintivo en la parte de la Unión Europea en donde previamente no lo hubiera tenido". Es decir, su producto tenía que ser lo suficientemente reconocible por la gente como para poder ser considerado una marca registrada.

Logró demostrarlo en algunos países, como Dinamarca, Alemania y España, no obstante, en otros no (Irlanda, Bélgica y Portugal, entre otros). Finalmente, en 2018, el tribunal de Justicia de la Unión Europea desestimó el pedido de Nestlé y ambas golosinas conviven con la misma forma.

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