Empresas

La diferencia entre hacer empresa y hacer noticia de empresas

Juan Carlos Hernández

Siempre quise hacer una columna acudiendo a la vieja frase de Bertolt Brecht, que dice “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores.

Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles”. Y en esta oportunidad no dudé en pedir espacio en nuestro diario para escribir una pocas líneas sobre el Empresario del Año 2012. No solo porque es la distinción número 10, sino porque este año recae en un gran ser humano verdaderamente “imprescindible”, no solo para su familia, sino para sus amigos y para una gran empresa como es Bancolombia.

Carlos Raúl Yepes no solo es uno de los banqueros más jóvenes de Colombia, sino quien impuso la moda entre los bancos de hablar de la ‘banca con corazón’. Un slogan un poco inusual y creíble en un negocio donde los clientes tienen dos felicidades: cuando se recibe un préstamo y segundo cuando se paga. Es un banquero atípico, jovial, cálido, familiar y un gran generador de confianza. Quienes hemos tenido la oportunidad de conocerlo más allá de la oficina, las entrevistas y los reportajes, no dudamos en poner la cara para decirle a Carlos Raúl, muy merecida esta distinción.

Como líder de este proyecto editorial que adelantamos desde hace una década, hombro a hombro, al lado de un equipo de comerciales, periodistas y editores de primer nivel, me queda mal decir que complace mucho darle el empresario del año a Yepes, pero es una realidad inocultable. Hay una muy delgada diferencia entre hacer empresa y hacer noticias de las empresas, una dicotomía que venimos trabajando desde hace seis décadas y que seguiremos construyendo con responsabilidad, credibilidad, mística y sin agendas subyacentes.

No es fácil escribir de empresarios, negocios, finanzas y de políticas económicas, y mucho más difícil hacerlo objetivamente sobre un Empresario que conozco, tal como dictan los estilos del periodista profesional. Pero en esta oportunidad me dejé llevar por esa vena profunda que nos hace hacer periódicos para no simplemente felicitar a todos los empleados del primer banco colombiano, sino para refrendar mi compromiso de trabajo por un periodismo económico limpio de presiones e intereses.