La Empresa de Licores de Cundinamarca abre su nueva planta en la vía Siberia-Cota
jueves, 29 de noviembre de 2018
Ahora la compañía busca lanzar nuevas referencias entre las que estaría una marca de aguardiente adicional.
La Empresa de Licores de Cundinamarca (ELC) venía produciendo en la zona industrial de Bogotá, pero hace 15 años inició un plan para mover la operación a las afueras de Bogotá, en la vía Siberia-Cota, específicamente en la zona de los parques industriales, donde funcionará en un área de 35.000 metros cuadrados.
Ese proyecto, que inició hace una década con la compra del lote y la construcción, llegó a feliz término. Hoy, el gerente de la compañía, Jorge Enrique Machuca, hará la apertura de la nueva fábrica, la cual tiene como objetivo aumentar la producción y desarrollar nuevas referencias licoreras en la que, según el gerente, será la planta licorera con la mejor tecnología en América Latina.
¿Cuál es el principal logro tras la apertura de la planta?
Son varios puntos, porque ahora tendremos una fábrica que fue construida sobre un área de 35.000 metros cuadrados, veníamos trabajando en ella desde hace 15 años cuando se compró el lote. Ahora, tras una inversión de $70.000 millones tenemos la planta de licores más moderna y de mayor tecnología en Colombia y en América Latina.
Vienen de producir en la zona industrial de Bogotá en un espacio menor, ¿la producción aumentaría?
Así es, ese es otro de los beneficios con la obra, por ejemplo, en este momento nuestra producción va en 19 millones de botellas con nuestras marcas (Néctar azul sin azúcar, Néctar rojo, Néctar verde sin azúcar, Néctar rojo tradicional, Néctar premium y 180 grados). Ahora, por la capacidad de la planta, la capacidad de producción podría aumentar entre 20% y 25%.
¿Eso entonces daría origen a más marcas?
Parte de los objetivos está en poder desarrollar para los próximos años nuestra línea de ron, y empezar a entrar en el de cervezas artesanales y whisky.
¿Ya tienen listo algo nuevo?
Hoy, en la inauguración, además de ser el lanzamiento de la planta, presentaremos una nueva línea de aguardiente y una forma de presentación que antes no teníamos.
¿Cuál será el destino de la planta antigua, cerró por completo?
La fábrica que teníamos en Bogotá se usó para el pago del pasivo pensional, eso nos convierte en la primera empresa en cumplir con esa inversión de los trabajadores, de $180.000 millones. Ahora no tendremos cada mes que hacer el pago para ese tema, podemos pensar en más inversiones.
¿Cuáles son los desarrollos tecnológicos que tiene la nueva fábrica?
Lo que se hizo fue la automatización con una firma suiza con experiencia para el control de los insumos, y demostrar la calidad en los productos. Entonces ahora se puede medir la calidad del agua, las cantidades y controlarlas a través de instrumentos tecnológicos. Se medirá la eficiencia de la compañía. Vamos con una nueva etiquetadora y una paletizadora que permite mejorar los tiempos de producción. Entonces se podrá reducir horas-hombre, es decir, lo que una persona hacía en ocho horas, las máquinas paletizadora y encajonadora (que es otra máquina que compramos), lo harán en menor tiempo.
Si requiere menos tiempo para producir, ¿entonces también habrá menos empleados?
Cuando llegamos teníamos una planta que funcionaba con turnos diurnos de ocho horas para 130 personas. Veníamos de hacerlo con 190 en la anterior fábrica, pero es que entramos en un plan de retiro voluntario a las personas que estaban próximas a su jubilación, incluso, se les otorgó un bono y se les garantizó el retiro, allí entonces se invirtieron $9.000 millones.
¿Cuáles son los costos operacionales que podrían bajar con la inauguración?
Es una planta con energía renovable, porque instalamos paneles solares con Enel y Codensa, eso quiere decir que 35% del consumo de energía será a través de esos paneles. Arrancamos el proceso de reciclaje de agua para el consumo interno, eso reducirá el consumo de agua doméstica un 25%.
¿Ya está operando al 100%?
Desde hoy se puede decir que son oficiales todos los beneficios.