La historia de ISA, una compañía que tiene 65% de la transmisión eléctrica del país
martes, 20 de agosto de 2024
El apagón de 1992 le generó un alto costo operativo y reputacional. Hoy la capitalización de mercado supera los $19 billones y a junio de 2024 tuvo ingresos por $7,11 billones
En su historia reciente, ISA posee la imagen de una compañía sólida que transporta la energía consumida por los colombianos y que además tiene negocios en los sectores de vías y telecomunicaciones; su expansión ha sido admirable y es una de las compañías más fuertes del país.
Nació en 1967 y su creación fue propuesta por el entonces presidente Carlos Lleras Restrepo, quien defendía que se necesitaba una compañía capaz de conectar a las centrales generadoras y transportar la electricidad por toda la geografía nacional.
Jorge Carrillo será quien ahora tome las riendas de la empresa que, actualmente, tiene 65% del negocio de distribución en Colombia y es columna vertebral para la transmisión en el vecindario latino, con 75.000 kilómetros de tendido destinado a trasladar la luz.
Su puesta en operación se registró en 1971 con apenas 1.075 kilómetros de red, que conectaron las subestaciones de Guatapé (Antioquia), Yumbo (Valle del Cauca) y La Mesa (Cundinamarca) con un punto común: La Esmeralda (Caldas).
La extensión de esos primeros tendidos no se compara con los 75.000 kilómetros que tiene hoy la compañía. Sin embargo, fue gran hito para los ingenieros de aquel momento, quienes se apoyaban en aparatos artesanales para desplegar la infraestructura en medio de áreas con una topografía adversa.
Con su entrada al mercado, ISA optimizó la distribución de la energía en el país y pese a que en sus comienzos sólo se ocupó de las líneas transmisoras, en 1977 fue autorizada para participar en la construcción de grandes centrales; fue así como más tarde puso en operación a Chivor (1982) y San Carlos (1984). En los años 90 le dejó el negocio generador a Isagén.
Durante sus primeros 25 años, la operación se mostró sólida pero en 1992 se presentó el apagón causado por múltiples factores y la empresa no salió bien librada de la necropsia que se le practicó al sistema.
Juan Camilo Restrepo, exministro de Minas, cita en su libro titulado Cuatro crisis que marcaron a Colombia, como las personas que tenían asiento en ISA ignoraron las señales que indicaban una posible contingencia:
"La poca atención prestada por los miembros de la Junta Directiva de ISA al flujo de información sobre el sistema de embalses, reportado por la empresa, deja profundas dudas sobre el nivel de interés, capacidad y responsabilidad de los administradores (...) la Comisión tiene la certeza de que si los funcionarios de ISA hubieran insistido ante la Junta Directiva sobre este punto, y si ese organismo hubiera corregido los modelos con datos adecuados acerca del costo del racionamiento, el país no estaría sufriendo hoy los enormes perjuicios económicos y sociales a los que se ha visto sometido".
Varios expresidentes de ISA tuvieron que responderle al país durante la polémica. Entre ellos, Pedro Javier Soto, Uriel Salazar (e) y Jorge Bustamante. Operativa y financieramente, la empresa enfrentó un periodo que, hasta ahora, ha sido el más complejo.
El resurgimiento
La luz al final del túnel llegó con el nombramiento en la gerencia de Javier Gutiérrez en 1992, un ingeniero civil que contaba con 17 años de experiencia en la compañía y que postuló en silencio su curriculum cuando se buscaba un nuevo líder.
En aquella época ISA fijó la mirada en nuevos horizontes con el deseo de conquistar otros mercados y expandir sus fronteras. Para ello se necesitaba una cuantiosa inversión de capital, entonces incursionó en el mercado accionario.
Fue así como el 9 de febrero de 2001, ISA se convirtió en la primera empresa de servicios públicos inscrita en la Bolsa de Valores de Colombia y con la venta de 235 millones de acciones ingresaron $228.000 millones que apalancaron el plan de expansión.
Hoy, la holding percibe 80% de sus ingresos del sector energético y 17% del negocio de las vías. Además, tiene en su portafolio 51 empresas entre Colombia, Perú, Chile, Brasil, Argentina, Bolivia y Centroamérica.
Adicionalmente, contabiliza 34 proyectos en los que ha invertido cerca de US$8.000 millones y en la próxima década hay planes para invertir otros $10.000 millones.
En se debut, la acción no superaba los $1.000. No obstante, su potencial de crecimiento a través de la diversificación de mercados y geografías dio fruto, pues hoy cada título cotiza por el orden de $18.200 y ha tenido picos de $29.250.La capitalización de mercado supera los $19 billones y en el primer semestre de 2024 tuvo ingresos por $7,11 billones.
El nombramiento de Jorge Carrillo como presidente ha generado reacciones desde varios sectores y su elección no ha estado libre de polémica, dado que la Junta de la compañía no decidió con unanimidad y ha trascendido que los cinco miembros nominados por Ecopetrol le dieron el visto bueno, mientras que los otros cuatro (nominados por los fondos de pensiones y EPM) preferían otro perfil.
Aunque no se ha oficializado el nombramiento, los detractores argumentan que el manejo de la empresa podría politizarse y poner en riesgo el patrimonio de la organización. También exponen que tomar decisiones incorrectas en el mercado mayorista de energía, sugiere riesgos para el abastecimiento de la luz en el país.