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La historia fiscal que "juega" Messi

LR

La querella que impuso la fiscalía por supuesto fraude plantea varios escenarios para el cuatro veces ganador del balón de oro.

La querella de la fiscalía contra el jugador del Barcelona por defraudar 4,1 millones de euros al fisco plantea escenarios diversos. Primero que todo, aunque se prueben las acusaciones, Messi no ingresará en prisión. Una opción posible, es que devuelva el dinero más los intereses y que pague la multa correspondiente, la cual se puede llegar a multiplicar por seis la cantidad defraudada. Esto no lo exonera de su responsabilidad penal, pero la aliviaría de modo considerable.

La fiscalía de delitos económicos de Barcelona atribuye al jugador y a su padre, Jorge Horacio Messi, tres delitos contra la Hacienda Pública. Entre 2007 y 2009, Messi no declaró, presuntamente, los ingentes ingresos que obtuvo por la explotación comercial y publicitaria de sus derechos de imagen. El jugador obtuvo 10,1 millones de euros de una veintena de empresas y organizaciones, de los que debió haber declarado 4,1 millones en concepto de IRPF.

El comienzo de todo esto, es el contrato “simulado” por el que los derechos de Messi se cedían a empresas radicadas en paraísos fiscales (Belice, Uruguay) a cambio de una cantidad irrisoria, muy por debajo de los beneficios que previsiblemente, iba a obtener. 

El fraude por delitos fiscales prevé de dos a seis años de cárcel para quienes defrauden más de 600.000 euros por año, usen empresas instrumentales o paraísos fiscales, como es el caso de Messi. Sin embargo, como los delitos se cometieron antes de esa fecha, al jugador se le debe aplicar el código vigente entonces, que preveía penas de uno a 4 años de prisión.
Dicha querella aún no ha sido aceptada por Messi. Pero un juez, citará a "La pulga" a declarar como imputado. El astro del Barcelona tiene dos meses para pagar la deuda, abonar la multa y reconocer los hechos. Si lo hace, el juez puede rebajar la pena en uno o dos grados; en el mejor escenario para el jugador podría ser condenado a nueve meses de cárcel (tres por cada delito). Como no tiene antecedentes y la pena es inferior a dos años, eludiría la cárcel. Si Messi no aprovecha ese lapso de tiempo, se le iniciaría una investigación físcal.
Otra de las opciones que tiene el jugador del Barcelona, es que su padre presuntamente, el creador de la estrategia evasora, puede asumir la culpa y eximir al jugador.